En el marco del Plan Hídrico, la Municipalidad de Corrientes ejecuta trabajos de limpieza y desobstrucción de los canales 5 y Santa Catalina, que desaguan importantes sectores de la ciudad, además de llevar adelante tareas complementarias en el barrio Bejarano.
El subsecretario de Gestión Integral de Riesgos del municipio, José Pedro Ruíz, manifestó que “los trabajos, que se realizan anualmente, forman parte de obras de mantenimiento y limpieza de dos grandes canales a cielo abierto, tarea que resulta necesaria porque impacta directamente en el funcionamiento de los canales secundarios y terciarios de la ciudad”.
En cuanto al Canal 5, el funcionario precisó que “iniciamos la limpieza desde la ruta 12, al lado del futuro Centro de Alto Rendimiento Deportivo, zona que si bien se encuentra limpia, estamos procediendo a retirar la arena acumulada en el fondo para que el agua escurra libremente”.
Ruíz indicó que las obras, que se llevan adelante con una retroexcavadora de gran porte, con oruga, “continuarán hasta la zona de Laguna Soto, en una extensión aproximada a los 5.500 metros”.
“Por este canal desagua el agua que viene del aliviador de Laguna Soto, pasando por todo el barrio San Blas, el Bejarano, y también comprende parte de la zona de la Escuela Eragia, teniendo en cuenta que ya no trabaja más el Canal 4 de la ruta 12 hacia el Sur”, explicó.
Llegando a la ruta 12, el agua del Canal 5 escurre por el túnel liner que pasa por debajo de la autovía y corre paralelo por la banquina del aeropuerto Cambá Punta por unos 200 metros, para volverse nuevamente a cielo abierto por la calle proyectada al costado de la Escuela Nº 606 Provincia de Buenos Aires.
En tanto que en el barrio Bejarano, la Municipalidad avanza con trabajos de zanjeo y colocación de cruces de calle con caños de hormigón en numerosas arterias del sector, facilitando de esta manera el escurrimiento del agua de lluvia hacia los aliviadores del Canal 5.
Por otra parte, personal realiza la limpieza y mantenimiento del Canal Sur o Santa Catalina, que nace en el barrio homónimo y desemboca directamente en el río Paraná. “Es un trabajo que abarca una extensión de más o menos 7.000 metros y debemos estar en 3 kilómetros o 2 kilómetros y medio de limpieza”, aclaró por último Ruíz.