El consultor político y económico, Carlos Fara fue entrevistado en el programa La Otra Campana, que se emite simultánemanente por LT7 y LT25 Radio Guaraní, de Curuzú Cuatiá.
En conversación con el periodista Gustavo Ojeda, el analista se expidió acerca de las próximas elecciones para Presidente y también de gobernadores, en el caso de varias provincias.
¿Cómo visualiza estos comicios, donde se elegirán cargos ejecutivos?
-Primero decir que probablemente esas tres elecciones que tengamos por delante, son tres comicios que son posibles triunfos de Juntos por el Cambio. En el caso de Mendoza, digamos, es la continuidad, pero va a ser una elección disputada, no va a ser una elección sencilla para Cornejo. Saben que es una provincia donde hubo muchas idas y venidas a partir de cierta ruptura de Juntos por el Cambio, con la figura de De Marchi, que es el principal opositor, pero en principio diríamos que viene un viento favorable. Ahora, cuando uno ve el escenario nacional, diría primero, un escenario que va a seguir muy fragmentado, porque los tres espacios tienen ciertos núcleos duros, particularmente en el caso del votante de Javier Milei, es un votante que se reconfirma a partir del triunfo. Es el segmento electoral que más esperanza tiene sobre el futuro en la actualidad. Creemos que estamos todavía un poco bajo el influjo del shock de lo que implicó el triunfo de Milei en las Paso, y entonces no solamente reconfirma el 30 por ciento que lo fue a votar, sino que efectivamente, empieza a generar un efecto contagio de entusiasmo sobre gente que no fue a votar, porque no tenía muy claro si realmente iba a ser algo más que un voto testimonial. Un oficialismo que está tratando de ordenar filas en una situación económica ultra complicada, que tiene un techo bajo, que realmente puede recuperar algo, pero le va a costar.
La victoria de Milei movió el avispero, en provincias como Chaco, que elige Gobernador.
-Sí, totalmente, porque la verdad es que todos los adversarios a Milei quedaron en shock y eso se notó en los tiempos mencionados. Massa, la primera gran acción importante que tomó fueron las medidas de principios de esta semana para tratar de paliar la cuestión inflacionaria. Eso tiene un efecto relativo, porque en definitiva, la inflación sigue, siempre es mejor tener el bono que no tenerlo, pero no genera una expectativa particularmente positiva. Bullrich tardó como 10 días en hacer una foto de unidad. Unidad que todavía no está sellada, digamos que hay mucho resquemor interno, mucho pase de facturas, mucho desánimo.
La mayoría de los gobernadores, salvo estas tres provincias que votan en este mes, ya tienen la vaca atada. Ellos ya votaron en sus distritos, ganaron y ahora cada uno corre a su suerte, ¿no?
-Totalmente así. Primero por una mera cuestión operativa, ¿no? Es decir, hubo algunos gobernadores que tienen lo que se llama la cláusula gatillo, esto es, se van activando los sueldos en función de la inflación, con lo cual uno no puede desprogramar el acuerdo salarial que ya tiene con los sindicatos en su provincia en función de los bonos, digamos, las necesidades electorales nacionales. Segundo, por esto que usted dice, el que ya ganó y tiene ordenada su situación, que es la gran mayoría, no tiene ningún sentido modificar la administración de su propia provincia. Y en tercer lugar, hay un pase de facturas, en el sentido de si vos tomás una decisión sobre mi plata y no me avisás y no consensuás conmigo, yo voy a sentirme con derecho a no tener que necesariamente acudir en tu ayuda.
Vemos otra reconfiguración del justicialismo ¿No?
-Primero, hay un candidato que en este doble rol de ministro y candidato se las ve obviamente muy complicado. Es la peor elección del peronismo en toda su historia, con alta probabilidad de que efectivamente pueda perder, independientemente de si va o no va el ballotage. Todo eso ya es una perspectiva negativa en donde realmente se corre hacia un barajar y da de vuelta. Esto implicará también un fuerte debilitamiento en general del kirchnerismo dentro de la confederación peronista, lo cual es un dato ya muy relevante, ¿no?, salvo que Massa gane, que es poco probable. Luego también apuntar a una situación que es que no solamente estamos en esto, sino que además estamos con una Cristina más desgastada que nunca, no solamente en la opinión pública. Es una Cristina que para el propio voto kirchnerista de otros momentos ha generado una decepción.
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