La desaparición de Loan Danilo Peña mantiene en vilo al país tras cumplirse un mes sin noticias sobre su paradero. La semana pasada, un abogado correntino fue consultado por un medio porteño sobre el caso y lo relacionó con el crimen del niño Gerardo Vázquez, ocurrido en diciembre de 2011 en el paraje Santa Librada, en Esquina. En esa oportunidad, el letrado actuó como defensor del único acusado, que luego fue liberado y sostiene hasta hoy que fue un hecho de trata y que por esa razón quedó impune.
Norberto Codazzi es el hermano del también abogado José Codazzi, quien se encuentra en el «ojo de la tormenta» por haber actuado como defensor de Laudelina Peña, tía de Loan, cuando esta declaró que su sobrino había sido atropellado, hecho que luego desmintió. Los colegas del canal de noticias porteño A24, lo contactaron para hablar del caso del niño desaparecido y el letrado aprovechó la oportunidad para hacer esa aclaración y también para sumarse al reclamo por la inmediata aparición del pequeño correntino.
Fue durante la entrevista televisada que el abogado correntino recordó lo que ocurrió hace 13 años cuando trabajó en el caso de Gerardo Vázquez y dijo que lo que está pasando con Loan, salvando las distancias, de alguna manera le hizo revivir todo lo que pasó como profesional en esa oportunidad.
ESTUPOR
De las crónicas policiales de ese entonces, el caso puede reconstruirse de la siguiente manera: la tarde de la Navidad de 2011, una familia del paraje Santa Librada denunció la desaparición de un niño de un año y ocho meses. Se trataba de Gerardito Vázquez quien estaba jugando con sus hermanitos y unos primos en cercanías a su casa. Cuando los llamaron regresaron todos, menos él y cuando les preguntaron dónde estaba, los niños dijeron que había quedado en la casa de Luis Juani, un hombre de 81 años que vivía con su esposa de 71 en una precaria casilla de la zona donde ellos acostumbraban a jugar.
Cuando fueron a preguntarle, el matrimonio dijo no saber nada del niño y se sumaron a la búsqueda. Como pasaba el tiempo y no lo encontraban, los padres hicieron la denuncia en la comisaría y así comenzó un operativo que se extendió por tres días en los campos y bañados de la zona. Lamentablemente, terminó de la peor forma: el miércoles 28, un vecino avisó que vio lo que parecía ser el cadáver de un niño en una laguna distante a dos kilómetros de la casa de los Vázquez. Era el cuerpo de Gerardito, mutilado y muy maltratado.
No tardaron en ordenar la detención de Juani y su esposa ya que fueron aparentemente las últimas personas que vieron con vida al niño. También primó el testimonio de los hermanitos de la víctima, quienes dijeron que esa siesta los ancianos «estaban muy enojados con Gerardito».
Lo que se supo después causó estupor porque Juani se habría quebrado en la Comisaría. Lo que trascendió es que el anciano dijo que asesinó a Gerardo «porque lo molestaba». Y en cuanto a las mutilaciones en el cuerpo del niño, que las hizo para evitar que el cuerpo flotara.
Él y su esposa fueron detenidos y condenados poco después por el crimen y su encubrimiento, aunque en octubre de 2012, el anciano fue liberado. Meses antes también su esposa. Desde entonces, el brutal asesinato quedó sin culpables y así sigue hasta hoy.
DENUNCIA
Cuando Norberto Codazzi recordó el caso y su actuación como defensor del principal acusado, remarcó que la investigación se hizo con muchas falencias y denunció que hubo apremios ilegales contra Juani. «Resulta que cuando voy a la comisaría, me encuentro con mi cliente todo golpeado, con hematomas en la parte que lo cubría la ropa. Evidencia de que estaba siendo torturado. El hizo una declaración en presencia de un Defensor Oficial y se auto incriminó. Me contó que lo hicieron firmar un papel, aunque él no sabía ni leer ni escribir», relató.
«Con esas irregularidades, yo planteo la nulidad de esa declaración por ser motivada por apremios ilegales. Me la rechaza el Juzgado de Esquina y apelo y va a la Cámara de Apelaciones de la ciudad de Corrientes. Ahí sí me hacen lugar a la medida y se decreta la anulación, por lo tanto, logramos la excarcelación de Juani», agregó.
El abogado también reveló antes el medio porteño un detalle escalofriante que, al momento de conocerse el crimen de Gerardito, no tuvo según él, la relevancia necesaria. Fue respecto al estado en que encontraron el cuerpo. «El niño aparece muerto en una laguna cercana a donde se había hecho el rastrillaje. Y aparece sin los ojos, sin las córneas, sin los brazos y sin los órganos».
Codazzi remarcó que el crimen fue producto del delito de trata y que nunca se investigó como se debía. «Los asesinos de este chico siguen sueltos», insistió.
Por último, haciendo una relación con la desaparición de Loan Peña, el abogado también lamentó que todo haya quedado sin respuesta. «Lamentablemente en ese entonces no tuvimos el apoyo nacional y la causa se cerró». Sin embargo, al referirse al niño desaparecido en 9 de Julio, expresó una esperanza: «Para mí, está vivo y lo tienen en un departamento o casa privada porque no se concretó la venta. Están esperando a que todo baje y puedan seguir».
Versión difundida
Cuando se conoció la noticia de hallazgo sin vida de Gerardito y la detención del único imputado por el hecho, la versión que circuló e impactó a la opinión fue la del homicidio con alevosía. Juani habría dicho en su confesión que «mató al niño porque lo molestaba».
Un medio de entonces publicó: «‘Yo lo maté con un machete’, se manifestó el imputado, cuando dio a conocer su relato a la Policía. Al preguntarle por qué mató al niño, éste dijo ‘porque me sacó a mi madre’, haciendo referencia a que lo insultó faltando el respeto a su mamá». Poco después el fiscal de la causa aseguró a la prensa: «Si bien el anciano no declaró, puede decirse que estamos en presencia del supuesto homicida».
Apremios ilegales
Si bien no tuvo el impacto del caso Loan, el crimen de Gerardito Vázquez también llegó a medios de otras provincias. Fue a uno de Santa Fe que el tío del niño asesinado denunció entonces, aunque sin mayor trascendencia, que a su hermano, el papá de Gerardito lo habían «torturado en la comisaría».
Según relató, su hermano le contó que lo castigaron a patadas y trompadas por todo el cuerpo, la cabeza y los ojos. Todo sucedió durante la tardecita del día en que lo apresaron. «Me dijeron que yo vendí la criatura; les dije que no y me decían tenés que cantar, sino te vamos a matar», expresó. Pese a la gravedad de la acusación, no trascendió ni se abrió una investigación al respecto.
Pista descartada
Norberto Codazzi explicó a los colegas porteños que las fallas que él notó en la investigación de la desaparición de Gerardito derivaron en el no esclarecimiento del caso. En ese sentido, recordó que cuando buscaban al niño, los perros rastreadores siguieron un rastro hasta el sector de tubos cercano a la ruta 12. Una dirección distinta a donde apuntaban las sospechas.
Luego se habló de que hubo una camioneta blanca que estaba por la zona al momento de la desaparición. Se dijo que los ocupantes fueron interrogados y que pese a algunas contradicciones, no se los tomó como sospechosos por el hecho. Pese a que existió un pedido de retenerlos, los dejaron ir y no trascendieron sus identidades.
.