El párroco de San Luis del Palmar, Epifanio Barrios compartió con EL LIBERTADOR su balance positivo sobre la 124ª Peregrinación a Itatí, que tuvo lugar entre el sábado 13 y el jueves 18, con motivo del aniversario de la Coronación Pontificia de la Virgen. Esta tradicional manifestación de fe reunió a más de 100 mil personas, de las cuales unas 30 mil fueron jinetes, quienes soportaron temperaturas cercanas a los 0°C durante su travesía.
«Gracias a Dios y a la Virgen, y al trabajo de la Policía, de la gente de Salud, los bomberos, la Gendarmería, es decir, de todos los que colaboraron, todas las fuerzas que fueron convocadas, hicieron posible que esta peregrinación saliera bien», destacó el Sacerdote.
Valoró especialmente el cuidado de los animales, a cargo de veterinarios que acompañaron el desplazamiento y la estadía, así como la dedicación del equipo que preparó el guiso del peregrino y el mate cocido con chipacueritos para el desayuno. «Siempre se puede encontrar alguna falla, pero dentro de todo lo que se pudo pedir, me dejó muy contento y muy agradecido a todos», remarcó Barrios, quien también participó como peregrino.
A MEJORAR
Sin embargo, no todo fue positivo. El párroco fue consultado sobre la otra cara de la manifestación religiosa: personas en estado de ebriedad y la basura arrojada en los lugares de acampe, a pesar de una campaña para evitar ensuciar «la casa común», como definió el Papa Francisco al planeta, respecto a la protección del medio ambiente para comprometerse contra el cambio climático que, de seguir, tendrá consecuencias fatales para la humanidad toda.
Sin duda, estas situaciones provocadas por la conducta anticristiana de algunos «peregrinos», que se repiten año a año, empañan la verdadera manifestación de fe que la peregrinación representa.
Ciertamente, el padre Barrios subrayó que el comportamiento inapropiado de unos pocos no afecta la esencia de esta multitudinaria expresión. «En cuanto a la parte negativa, yo soy sacerdote nomás, no tengo autoridad. Por supuesto que soy uno de los que dice ‘cuiden el planeta’, está la encíclica Laudato Sí del Papa y hasta ahí llegamos porque nuestra tarea es distinta. Nuestra tarea es, como buen clérigo, la de persuadir, procurar, suplicar. Cuántas veces pedí suplicante que cuiden el paradero, que no dejen todo sucio. Gracias a Dios, después, la gente de la Municipalidad pasó, limpió todo, retiró los residuos lo más que pudo. Pero no podemos calificar toda una peregrinación por la poca gente que no hace lo que tiene que hacer», manifestó el religioso.
Insistió en que fue un evento multitudinario en el cual un 90 por ciento de los participantes mostró respeto y cuidado. «Que la gente haya respetado, que se haya hecho un festival muy hermoso en el Paradero, que no hubo accidentes, creo que tenemos que estar contentos; es algo positivo, muy positivo», concluyó.
La centenaria peregrinación puso de manifiesto la profunda fe y devoción de los correntinos. Sin embargo, también advirtió la necesidad de continuar trabajando en la concientización sobre el cuidado del medio ambiente y el comportamiento responsable durante estos eventos masivos que son pura y exclusivamente religioso, es decir, que «religa», reúne con Dios y la Madre de Jesús, la Virgen María bajo esta advocación guaraní.
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