Se cristalizó en la jornada del domingo la travesía náutica Isoró por el río Paraná, en la ciudad correntina de Goya.
El intendente, Mariano Hormaechea dijo «presente» en la largada de la misma y tras agradecer a Pedro Sá, el organizador de la travesía, dio la bienvenida a los participantes, para expresar que están: «Agradecidos de que elijan volver a Goya. Estamos trabajando para potenciar lo que tenemos en la ciudad, recursos naturales, fortalecer el producto turístico. Hemos avanzado en varios puntos, nuestra playa, el parque acuático, los carnavales, llegando a la última noche hoy, con la entrega de premios, de esta travesía que cada año a año viene creciendo. Esta edición tiene algo especial, que es la exploración de la reserva, ahora declarada Ley Provincial, que beneficiará no sólo a Goya, sino también a la microrregión. Disfruten del contacto con la naturaleza y de esta experiencia».
Tras lo cual, las 200 embarcaciones con sus 347 tripulantes pusieron en su hoja de ruta el desafiante recorrido de 42 kilómetros, entre riacho, río Paraná y arroyo Isoró para descubrir la riqueza de flora, fauna y paisajes de esta región.
Este evento náutico es respaldado por el Ministerio de Turismo de Corrientes, que entiende que la travesía busca destacar a la provincia como un destino de naturaleza por excelencia, perfecto para aprovechar en el contexto de un fin de semana largo.
VARIAS HORAS POR
EL RÍO PARANÁ
La travesía, que se extendió alrededor de 8 horas, permitió a los participantes explorar el corazón de la Reserva Natural Isoró. Donde descubrieron la riqueza y el potencial de una de las primeras reservas ícticas de Argentina, recientemente designada como Reserva Provincial Isoró gracias a la Ley Nº 6.555.
«Lo más destacado de este evento es su enfoque amigable con el río y su compromiso con la preservación del entorno natural», destacó el organizador Pedro Sá en contacto con este medio y subrayó la declaración de «la Ley Provincial que resalta el valor del Isoró como un tesoro de la región».
La distancia que se recorrió en esta séptima edición de la travesía contó con la participación de palistas amateurs, y terminó siendo un viaje de 42 kilómetros a lo largo de los impresionantes paisajes del riacho Goya, el río Paraná y el arroyo Isoró por los que se navegó aguas abajo en kayaks y piraguas.
El lugar de partida fue la playa El Ingá en horas de la mañana del domingo, hasta llegar a destino, a la tarde, a la estancia El Cerrito, desde donde se emprendió el regreso a la ciudad de Goya en vehículos por tierra.
.