Productores de cerveza artesanal de Corrientes manifestaron su preocupación ante la complicada situación que vive el sector por las restricciones horarias en bares, una de sus principales vías de comercialización.
En diálogo con EL LIBERTADOR, Diego Ruiz, referente del sector y propietario de Ñande Bier, expresó que uno de sus principales ingresos consiste en los bares, a través de la comercialización de barriles. “Las ventas están muy por el piso porque los bares, el sector gastronómico que tiene restricciones horarias hasta la medianoche, no trabaja la mitad de la jornada y, al no poder hacerlo, nos impacta de lleno a nosotros que somos un sector proveedor de esa actividad”, explicó.
Agregó que los bares trabajan bajo un estricto protocolo y que este horario de cierre promueve las reuniones clandestinas. “Lo que es pasa es que si un joven va a un bar y ve que cierra a las 00, ya está pensando en qué hacer después porque no va a querer ir a dormir y se terminan juntando en un lugar cerrado como una casa o departamento para seguir la fiesta”, dijo.
Diego mencionó que si bien hay otras vías de comercialización como el delivery de botellas y growlers “nunca va a paliar o complementar el faltante de lo que es la venta de cerveza en barriles al sector gastronómico”.
Finalmente, aclaró que desde la Cámara de Cerveceros artesanales no protestan contra las medidas sanitarias que se adoptaron, pero “que sí se debería considerar el horario de cierre de los bares, porque hay que dejar bien en claro que son un medio de contención a lo que son las fiestas clandestinas, que sí son foco de contagios”.