Como siempre, con una nutrida grilla de grandes cultores de la música y danza correntinas, hoy llega a su fin tras haber comenzado el viernes el 54° Festival Provincial y 18° Festival Nacional del Auténtico Chamamé Tradicional.
Aquí tampoco falta la gastronomía autóctona, ya que un puesto de Cocineros del Iberá se instaló con un equipo para hacer deleitar al público de las exquisiteces este fin de semana, mostrando lo mejor de la Red de Cocineros del Iberá, siempre con el patrocinio del Ministerio de Turismo de la Provincia, puesto de venta y exposición de comidas que además acaba de cumplir 5 años de presencia en la reciente 32ª Fiesta Nacional del Chamamé en la Capital provincial.
Ese festejo es la vidriera más importante de un proyecto que nació para revalorizar los alimentos y la cocina del gran humedal correntino. Desde ese rincón del anfiteatro Cocomarola, la gente tiene una experiencia completa, porque «el chámame se vive a través de todos los sentidos; se escucha, se huele, se saborea». Como tantos artistas que pisaron el escenario Sosa Cordero, los Cocineros del Iberá se organizaron para volver a sus pueblos y parajes, guardando con sumo cuidado y respeto los instrumentos de su arte; los utensilios y cacharros propios, heredados y hasta prestados por alguna comadre que de alguna manera quiso estar cerca de la celebración.
Edición tras edición de la Fiesta, la demanda fue creciendo producto del «boca a boca», y también los cocineros se fueron animando a ofrecer platos de la cotidianidad de sus hogares como marineras, las torrejas de cebollita de verdeo, la novedad el «anguyá» y los clásicos mbaypy y las empanadas cortadas a cuchillo de carne, búfalo o charque.
«Dieciocho de nuestros cocineros y cocineras trabajaron hasta 15 horas diarias» y «si pensamos en participantes reales hay que multiplicar por dos, considerando los proveedores de la materia prima utilizada, entre los cuales contamos a productores locales», en tanto «lo recaudado, una vez descontados los gastos, es dividido en partes iguales entre los participantes», comentaron entusiasmados quienes ahora disponen para adquirir sus exquisitas elaboraciones en Mburucuyá.
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