Por Matías Perez
De EL LIBERTADOR
Este viernes, se estrenará el documental «Chamamecero, nuestra manera de ser», una serie que recorre la historia sociocultural del chamamé. A lo largo de 10 episodios, se relatará cómo surge, vive y se expresa este universo cultural que persiste por más de 400 años en la gente de nuestra región.
En la plataforma educativa Corrientes Play se podrá ver el primer capítulo de 21 minutos, y tendrá su avant premiere esa misma mañana en el auditorio Julián Zini. Se recuerda que, esa fecha (16 de diciembre) se enmarca como histórico y emblemático, ya que en 2020 la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) declaró al Chamamé como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad.
En diálogo con EL LIBERTADOR, el investigador y gestor cultural, Cayo Fernández, que es miembro del equipo de producción, nos comentó cómo y cuándo nació la idea, los destinos recorridos, su conexión con los más de 25 entrevistados y el propósito final del producto audiovisual.
¿Cómo nació «Chamamecero»?
-Esta serie la venimos trabajando ya hace dos años y la idea en realidad tiene un antecedente, una pata, una raíz desde hace 40 o 50 años. Y tiene que ver con Julián Zini, con Julio Cáceres y Nerea Avellanal de Ambrogio, esta profesora uruguaya que llega a Mercedes en la década del 60/70 para enseñar danza clásica y se encuentra con el chamamé, entonces empieza a preguntarse ‘¿Por qué tiene estos movimientos?, ¿Por qué se baila así?, ¿Por qué a la gente le genera esto cuando suena el acordeón?, ¿Qué sucede acá?’ Y se pone a investigar con un grupo de bailarines muy jóvenes, donde estaba Julio, donde estaba Julián, y allí se van al campo, empiezan a investigar y sacan un libro que se llama «Camino al Chamamé». De esa investigación nace el «Poema Chamamecero» que conocemos, y nosotros tomando ese verso y esas historias, tomándolo a Julio Cáceres que es parte del equipo, teníamos como todo un bagaje anterior, ya como cimiento para arrancar a edificarse y quisimos traer en un soporte actualizado como es el audiovisual. Contar un poco la historia cultural, la memoria cultural de nuestro pueblo y región, sabemos que por historia tenemos más de 400 años, desde el momento de fundación hasta hoy. Y a lo largo de los años y devenir de la historia han sucedidos muchas cosas que en lo cultural ha cambiado sus formas, pero no su fondo, el significado, la carga valorativa que todavía está entre nosotros y que eso queremos contar.
¿Cómo es eso?
-Un ejemplo rápido es la religiosidad, el guaraní precolombino, antes de la colonia, cantaba, bailaba, musiqueaba para rezar. Hoy en Itatí está pasando lo mismo, la gente canta, baila elevando una plegaría, y sigue estando eso, cambiaron las formas, no se visten más así, no son con estos instrumentos, sino con estos, fueron cambiando las formas y lo importante es que siguen ofreciendo eso que saben hacer, en este caso para la Virgen. Eso es importante entender, eso es lo que quiere hacer «Chamamecero», que la gente pueda entender que todo lo que hacemos culturalmente, los rasgos comunes, estamos hablando de una comunidad, no estamos hablando de rasgos independientes, cosas que nos identifican como comunidad, como región que vienen de hace mucho tiempo. Y nosotros nos vamos hasta allá, venimos hasta acá, y hacemos ese recorrido con los diez capítulos para poder contarle a la gente que lo que hace tiene un por qué, viene desde algún lado, no nació ayer ni anteayer, tiene todo un recorrido importante y es lo que queremos dejar plasmado en este audiovisual desde la voz de chamameceros, protagonistas y de especialistas que han estudiado el fenómeno como antropólogos, sociólogos, psicólogos, historiadores, profesores de danza y música, que son por ahí los que tienen el estudio y la academia en paralelo con aquellos que hacen las cosas, los chamameceros que lo hacen cotidianamente.
Un recorrido por distintos lugares.
-Fue interesante ese recorrido, el primer destino fue Posadas, fuimos a visitar a un antropólogo especialista en las misiones jesuíticas, y el mismo nos dijo ‘tienen que ir hasta Virasoro a visitarlo a Mario’. De ahí nomás salimos y fuimos, la gente misma nos mandaba a otra. La verdad que todos los lugares tenían su belleza, creo que hablar con los chamameceros, por ahí con nuestros músicos y bailarines que, sin ningún estudio ni formación académica o científica, tocan como tocan, bailan como bailan, creo que todavía nos sigue impresionando eso.
Miles de anécdotas y recuerdos.
-Encontramos en Pellegrini a un señor en el Iberá que tocaba la armónica y el tipo nunca estudio nada, y esas cosas nos impresionaban. Y nosotros hacíamos rápido la relación con el guaraní, que el guaraní ya tocaba la flauta inclusive antes de que lleguen los jesuitas, ya se fabricaban sus instrumentos musicales, y cuando llega la misión fabrican violines, órganos y tocaban, tenían sus orquestas y coros. Los jesuitas se sorprendían porque decían que son tal o mejores que los coros de los europeos, o con los instrumentos. La calidad musical y artística que había, porque también tallaban, hacían instrumentos, bailaban, cantaban, y hacíamos esa relación y para nosotros eso todavía está en el pueblo, todavía está en la gente, en sus abuelos que son descendientes.
Rosita Leiva nos decía que sus abuelos, analfabetos al castellano que solamente hablaban guaraní, decían que se bailaba el chamamé arrastrando la planta de pie al piso, que lo tenías que levantar solamente si ibas a zapatear. Le decían sus abuelos a ella, hoy en día una persona que tiene 70 años, ósea que sus abuelos en el momento que lo dijo tenían no sabes cuántos años. Y si uno empieza a mirar para atrás, se empieza a encontrar elementos, rasgos, códigos, características, que tienen una pata atrás hace muchísimos años y que todavía se sigue repitiendo.
¿Cuántas voces?
-Nosotros, si bien hemos entrevistados a muchos y mucho material quedó afuera, quedó por dentro con 25 entrevistados y/o protagonistas, dentro de los cuales se dividen músicos, chamameceros, bailarines, difusores, poetas, entre la gente académica digamos antropólogos, profesores de guaraní, de danza y psicólogos. Pero hay mucho por hacer todavía, quedan muchas voces por ser escuchadas con sus testimonios, con anécdotas que le han contado sus padres, sus abuelos, y para nosotros es importante destacar eso que es el patrimonio. Y el mundo que hoy vivimos, la verdad que nos ofrece tantas oportunidades hermosas y algunas no tan hermosas, y hacen que se vaya modificando el patrimonio o que se vayan perdiendo, es más, muchos patrimonios ya hemos perdido. Por eso la idea de «Chamamecero», que viene a rescatar aquellos que están en el último paraje digamos de la provincia de Corrientes, donde todavía se practica el ritual ancestral, algún ritual guaraní o que tiene raíces. Inclusive el chamamé es eso, es música, canto y danza para rezar porque tiene una espiritualidad muy profunda.
Fecha de presentación.
-En la plataforma Corrientes Play va a estar depositado el primer capítulo el viernes 16, y ahí haremos un parate por las fiestas porque creo que si publicamos, creemos que tendrá visibilidad, pero no va a ser la misma si es que no estamos de fiestas navideñas. El segundo capítulo lo publicaremos el 6 de enero, el primer viernes del año, y de ahí consecutivamente todos los viernes se subirá un capítulo. Sabemos que este viernes, a las 11, en el auditorio Julián Zini será la premier.
Equipo de trabajo.
-En la producción conmigo está Julio Cáceres; en la dirección audiovisual, Facundo Vallejos Yunes; en diseño gráfico, Milagros Belcastro; dirección de sonido, Martín Sena; banda sonora Milagros Caliva; montaje y dirección fotográfica, José Luis Suerte y prensa, Maira Boyeras.
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