María Elena, es la vecina de la ciudad de Bella Vista que el viernes hizo público el caso de maltrato extremo al que era sometido un chico de quince años que llegó a su casa con una cadena y candado enrollado al tobillo y le rogó por comida. El caso conmocionó a la comunidad y las imágenes del jovencito, quien padece un tipo de retraso madurativo y se encontraba en estado de abandono y desnutrición, derivaron en acciones por parte de la Justicia y la Municipalidad. Sin embargo, todavía no se supo de posibles detenciones para las personas que lo tenían así.
«Hoy puedo decir que fue uno de los días más dolorosos de mi vida. Pero también puedo decir que te salvé amiguito, te salvé de ese infierno donde vivías, donde muchos años sufriste», publicó María Elena en su Facebook, con una fotografía del chico en un centro de salud.
La mujer, que reside en el barrio Costa Esperanza, también habló con una radio local y contó detalles de los padecimientos a los que lo sometían. «Lo tenían encadenado, le pegaban, lo maltrataban. Tanto el padre, como los amigos del padre y otros hermanos que tiene. Ellos dicen que lo ataban para que no se escape, pero ni a un animal lo pueden tener así. Vivía un infierno y yo varias veces salí a defenderlo, y eso me costó y me cuesta amenazas de esta familia», dijo a Radio Dos.
También hizo una fuerte acusación contra el padre del chico: «Cobra la pensión por la discapacidad que él tiene, por eso lo tiene, pero no lo quiere. Había que estar cuando él lloraba y gritaba de tanto castigo».
Sobre el momento en que el chico le pidió ayuda, relató: «Llegó a mi casa desesperado y pidiéndome que le saque la cadena y el candado. Se lo sacamos con los vecinos y le dije si tenía hambre. Me dijo que sí. Le di una pizza, y en segundos se la comió entera. Llamé a la Policía y en ese momento llegó el padre y sus familiares. Se lo llevaron y le decían que no le iban a maltratar más. Él se fue, pero obligado. Cuando llegó la Policía les pedí que me acompañen a rescatarlo, y eso hicimos porque lo habían llevado cerca del río para esconderlo».
«Rápidamente se lo llevaron al hospital, donde probaron que estaba golpeado y mal alimentado. Ahí decidieron que será internado en un lugar en Corrientes», agregó.
María Elena dijo que pese a que pudo rescatar al chico, hoy vive con miedo. «Quiero que se sepa que si me pasa algo, o le hacen algo a mi casa los responsables son los familiares de él. Me amenazaron todo el tiempo, y tengo miedo que me pase algo», advirtió.
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