El diputado nacional Christian Zulli accedió a una entrevista con EL LIBERTADOR, en la que analizó la votación en general sobre la Ley de Bases y le dio el significado político que dejó.
Hizo hincapié en las formas para el abordaje de la iniciativa del Ejecutivo. Criticó las irregularidades del proceso, y las reuniones externas al recinto. Por ello, y tras el resultado, celebró que Unión por la Patria (UxP) votara «sin fisuras» en contra de toda la ley, cuestionando su legitimidad y legalidad. Criticó la discusión, considerándola favorable sólo para los «amigos poderosos» del Gabinete presidencial, y un ataque al Estado.
Así transcurrió parte del diálogo.
¿Qué lectura tiene de la votación en general?
-Ahora vamos a tratar la ley en particular, artículo por artículo. Veremos cuáles son los que se quieren modificar, los que se quieren sacar, y realizaremos todas las votaciones. Nosotros adelantamos la nuestra, que es rechazar todo el articulado, porque no vemos que sean las maneras legales e institucionales para llevar adelante el debate.
Luego del tratamiento en el recinto ¿hubo más críticas?
-Sí. Hubo muchas ilegalidades en el medio, reuniones por fuera del recinto. No sabemos quiénes redactaron los artículos; se firmó un dictamen fantasma y esas cuestiones ensucian el procedimiento de debate. De igual manera, ellos tienen la mayoría, lograron posiciones en general, pero nosotros seguiremos artículo por artículo viendo todo esto en detalle.
¿Alguna en particular?
-Como dije en mi intervención, los problemas reales de la gente no se solucionan con esta cuestión, que es para mantener los privilegios de la casta, como garantizar a los jueces de la Suprema Corte las jubilaciones de privilegio y no aportar Impuesto a las Ganancias. No está bien la discusión que estamos dando; estos son favores a los amigos poderosos del Gobierno nacional y provincial.
Debate acotado
Más allá de que la diputada Moreau tuvo la palabra en reemplazo a Menem por algunos minutos, otro punto notorio fue el alejamiento que expresa la nueva composición en torno a la representación del ex oficialismo. ¿Hubo alguna lectura, en concreto, sobre esa cuestión, dentro del bloque?
-Aún quedan muchas cuestiones por debatir, pero se debió haber tomado más tiempo para la discusión de esta ley y no se respetaron los rigores ni comisiones para largar y convocar a los sectores. Nosotros mantuvimos una postura firme, para que esto no sea una negociación con dirigentes de bloques. En Unión por la Patria acordamos y nos manifestamos firmes en nuestras posturas; y los diputados votaron de manera única, unidireccional, en el mismo sentido. En general, no hubo mesura. Nosotros expresamos la confirmación de nuestros ideales. Todos adelantamos lo que íbamos a hacer, y viendo el mandato de la gente que nos votó, haciendo crítica. Quedó corto el tiempo para hacerlo, pero más allá de eso, para eso fue el trabajo. El debate tiene que darse.
¿No hubo diálogo previo o posterior?
-Me gustaría aclarar este punto. De entrada, tuvimos una postura crítica. No hubo negociaciones de por medio; no las quisimos. Escuchamos a más de 200 asociaciones civiles y particulares que debatieron y querían dar su posición, y un 85 por ciento estaba en contra. Expusimos su opinión en el debate, en la voz de más de 100 diputados, hicimos lo que tuvimos que hacer. Nos dejaron afuera, pero nosotros no queríamos formar parte de eso. Si bien en lo institucional está bien tener una posición, nosotros no queremos transar, como lo está haciendo este Gobierno, con el hambre y la necesidad de la gente.
La política y la dinámica de la realidad
Otro punto evidente fue el cambio de dinámica en la Cámara. De la crítica, al tratamiento exprés. ¿Qué opina al respecto?
-Por lo que hablé con compañeros y gente que trabaja, esto nunca fue visto, una ley con tantos artículos, todo muy desprolijo, muy irregular, y lejano a la tradición del cuerpo institucional. Es una anomalía absoluta. Lo cierto es que uno se tiene que adaptar a la dinámica de la realidad. Estuvimos trabajando todo este mes, fue de arduo trabajo, de recopilación de argumentos, escuchando a los diferentes sectores, y se ha culminado con un trabajo maratónico, de muchos días. Bienvenido sea que estemos en la Cámara defendiendo los intereses de los argentinos. Nos hubiera gustado que esto se hiciera de manera más prolija. Eso no se hizo, porque esto es un experimento. Estamos ante un poder político que es nuevo en el mundo. El liberalismo libertario nunca se mostró en tanta extremidad, en ninguna parte, pero hoy hay nuevas reglas en este juego. Estamos a la altura de la circunstancia y vamos a observar cada una de estas anomalías. Lo que se registró afuera del Congreso fue preocupante y se siguió como un circo. Argentina está viviendo una situación histórica difícil, un punto de inflexión. Evidentemente, tenemos que correr con la realidad. Tenemos que ver cómo sigue esto adelante, daremos todo.
¿Hubo fisuras en UxP?
-Nuestro bloque no presenta ninguna fisura; hemos hablado todos, expresado nuestra opinión en sentido de crítica. La discusión va a estar con los bloques colaboracionistas o entreguistas, como yo los llamo. Verán cuál es la mejor decisión que toma el colectivo. Nosotros seguimos en la misma postura. No hemos cambiado ni vamos a corrernos un milímetro de lo que dijimos.
Legislar con convicción y la
honestidad intelectual
¿Qué opina de las posiciones del peronismo cercano o aliado al Gobierno?
-Lamentamos que se reduzcan cuestiones de principios y de convicciones, así como de uana mirada de país que tuvo el peronismo a lo largo y a lo ancho de su historia a negociaciones en departamentos de Recoleta, a oscuras, y no de cara a la gente. Más allá de ello, estamos en democracia, y se pierde y se gana. Nosotros veremos qué articulado tiene esta ley, veremos qué es lo que pasa, y seguiremos con una postura firme muy de cerca qué es lo que va a pasar.
¿Sorprendió la posición de Facundo Manes? Pese a pertenecer al radicalismo, terminó siendo aplaudido por el bloque de UxP.
-Ellos también adelantaron su postura y rescato que hayan antepuesto sus principios al colectivo de la toma y daca. La verdad es que celebro que tengan honestidad intelectual. Del bloque de Pichetto, hicieron cosas por micrófono, parecían súper ofendidos con lo que hacía Milei y terminaron votando. Si escucharan las opiniones de esos bloques, parecían que iban a votar en contra, y no lo hicieron. Nosotros somos coherentes. Lo que decimos, lo hacemos. Ellos, al final, fueron cambiando, pese a que el espíritu de la ley seguía siendo es el mismo: dar privilegios a la casta.
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