Tras la baja del 1% del precio de combustible que se aplicó este mes, las petroleras argentinas están considerando un aumento de hasta 9% en los precios de la nafta y el gasoil a partir del 1º de noviembre. Esta decisión se enmarca en un contexto de fluctuaciones en el precio del petróleo a nivel internacional y las implicaciones que tendría para la economía local, especialmente en relación con el control de la inflación.
La cotización del barril de crudo saltó 13% y por ello las principales petroleras en Argentina evalúan un nuevo aumento de combustibles.
A principios de octubre, se produjo una reducción del 1% en el precio de los combustibles, algo que no sucedía desde hace 5 años, debido a la caída del precio internacional del barril de petróleo.
Aunque se esperaba una disminución mayor en el precio de la nafta, esto no ocurrió debido al incremento de los impuestos a los combustibles líquidos por parte del Gobierno.
No obstante, este panorama cambió rápidamente debido al conflicto bélico en Medio Oriente. Esta escalada de tensión tuvo un impacto directo en el precio del petróleo a nivel internacional, provocando un aumento del 13% desde el ataque de Irán contra Israel, superando los 80 dólares por barril.
El presidente de la petrolera YPF, Horacio Marín, líder del mercado local de combustibles, se reunirá esta semana con los miembros del área de downstream, donde se discuten los precios, y analizarán de cuánto será la suba, que oscilaría entre el 9% y el 11%.