Goya estuvo de fiesta y multutidinariamente, al igual que Monte Caseros y Caá Catí por sus fiestas patronales de Nuestra Señora del Rosario, 7 de octubre, y en el caso de la primera por partida doble, ya que también en la misma fecha celebra el aniversario de la ciudad, esta vez 170 años, en la que conmemora su elevación precisamente al rango de ciudad.
EN GOYA
Para recibir a las 0 horas el día de tan gran y grato acontecimiento, la salutación a la Patrona se debió realizar en el interior de la Catedral por la inclemencia climática, momento de emoción cuando con una procesión por el pasillo central del templo y con la entonación del Ave María en la voz de Cristina Sandoval, la histórica imagen fue portada por fieles y luego por el intendente, Mariano Hormaechea, junto a otros funcionarios municipales, ceremonia que concluyó con un efusivo aplauso.
Cabe indicar que aquí es Patrona de una Catedral, por ser sede episcopal de la Diócesis de Goya, que abarca el Centro-Oeste y todo el Sur de la provincia de Corrientes. También la advocación es Patrona de la Catedral de la Capital provincial, que es la sede de la Arquidiócesis de Corrientes, cuya jurisdicción comprende el Centro-Noroeste correntino, pero no así Patrona de la ciudad, título que ostenta San Juan Bautista y como Patrona Jurada la advocación de la Virgen María de la Merced.
En cuanto al resto de las actividades centrales de este viernes en Goya, continuaron, entre otras, con la misa de los niños por la mañana y de los peregrinos que llegaron desde las comunidades rurales con las respectivas imágenes de sus patronos, las que siguieron a la tarde y noche con la procesión, misa y festival.
La misa con los chicos fue una esplendorosa fiesta frente a la Catedral sobre la calle, donde se levantó el altar y donde miles de niños de parroquias, comunidades, capillas y colegios católicos llegaron en peregrinación acompañados por sus familias y catequistas para honrar a «su» Madre. El sacerdote Alfredo Reyna, misionero redentorista, con su particular carisma, presidió la celebración eucarística, informó Prensa del Obispado.
Desde muy temprano se observó a columnas de niños peregrinando desde los cuatro puntos cardinales de la ciudad, que como se indicó también celebró su aniversario, y algunos de ellos vinieron desde capillas muy distantes del centro y fueron recibidos con una excelente animación del Sacerdote, quien con su guitarra en mano entonó alegres canciones que atrapó a los concentrados en la plaza Mitre y en el atrio del templo.
Un animado coro de la comunidad de San Ramón acompañó con canciones festivas la liturgia que estuvo preparada por la comunidad Virgen del Carmen, cuya guía fue la catequista María Beatriz Nicoletti y la lectura de la Palabra de Dios a cargo de una madre de una niña que concurre a la catequesis, María Sosa de Valorzi. La ofrenda fueron elementos de limpieza que serán destinados al Seminario Interdiocesano La Encarnación, donde se forman los futuros sacerdotes del NEA.
Un sol radiante, espléndido y una temperatura agradable, caracterizó la mañana que se pobló de niños en el centro de la ciudad.
VOLVIERON
Con otra misa en el mismo lugar, después de la de los niños, los peregrinos de las zonas rurales volvieron después de dos años por la pandemia y renovaron su devoción a la Virgen del Rosario en la celebración que presidió el sacerdote Rodrigo Vélez, también misionero redentorista, acompañado por los sacerdotes que tienen la atención pastoral de esas zonas.
El obispo de la Diócesis, monseñor Adolfo Canecín, desde muy temprano caminó con los peregrinos y a su llegada, desde el altar dio un breve mensaje, alentándolos a «depositar siempre su confianza en la Virgen» y agradeció a Dios por el «regalo de la lluvia» de la víspera.
Con una guardia de honor a cargo de efectivos de la Policía de Corrientes y cadetes de la Escuela de Oficiales, ingresó la histórica imagen que desde los inicios de esta población preside la Iglesia en Goya.
El padre Rodrigo Vélez, destacó en su homilía el Cántico de la Virgen, «El magníficat», donde «nos proclama todo lo que Dios pudo mirar en Ella» y continuó: «Hoy María viene a decirnos ‘no te he soltado ni te voy a soltar de mi mano’. Y seguramente ustedes, peregrinos, que algunos salieron a la madrugada y otros ayer a la noche, se han sentido acompañados por una hermana o hermano peregrinos, caminando juntos; ahí está María, que no nos soltó de la mano hasta llegar acá».
«En este día que honramos a nuestra Madre queremos sentir su mano que nos sigue sosteniendo», subrayó el vicario de la localidad de San Isidro y Asesor Diocesano para la Pastoral de las Misiones, de lo cual cabe apuntar que la Iglesia en todo el planeta celebra en octubre el Mes de las Misiones.
El religioso los animó a, después de la celebración, «seguir caminando como hermanos y hermanas, en comunidad», adhiriéndose al lema convocante «Con María del Rosario, vayan juntos construyendo fraternidad».
Recordó en su mensaje que «la presencia del Señor y de la Virgen María del Rosario se manifiesta en ustedes peregrinos y en nosotros cada vez que nos juntamos a rezar, cada vez que somos solidarios unos con otros, cuando rezamos el santo Rosario y lo tenemos en nuestras manos: ahí está María, cubriéndonos con su manto», expresó.
Más adelante resaltó este tiempo «que estamos celebrando la fiesta a nuestra Madre, después de tantas dificultades y pérdidas de hermanos y hermanas que ya están con el Señor», afectados por la pandemia del Covid-19.
«¡Queremos renovar nuestro amor al Señor y a nuestra Madre que nos sostiene!», exclamó, para exhortar al «compromiso» de «seguir cuidando nuestra fe» y de seguir cuidando a «los niños y a los jóvenes, enseñándoles a rezar en nuestras comunidades» ya que advirtió que «hay muchas distracciones, no sólo en la ciudad sino también en la zona rural».
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