«Durante la pandemia se agravaron los casos de violencia, no tuvimos muchos ingresos por coronavirus, pero sí por violencia física y psicológica». Ese fue el alarmante dato que dio a conocer ayer, el médico del hospital pediátrico Juan Pablo II, Roberto Jabornisky.
El disparador, fue el caso de un nene de cuatro años que permanece internado a causa de los golpes que recibió por parte de su madre y su padrastro. A partir de eso, el profesional de la salud explicó que, durante el período 2020-2021 aumentaron los ingresos al centro de salud de pequeños con politraumatismos, producto de golpes de sus progenitores, víctimas de violación y maltrato psicológico o, incluso, con afecciones por consumo de drogas.
«Inmediatamente al ingreso de un caso de este tipo y tras salvaguardar la salud del paciente, se da aviso al Juzgado, a través del médico forense de la Policía, que constata el caso de violencia y da comunicación al juez. Es un tema extremadamente complejo, porque a veces no sólo ingresan niños golpeados, sino también violados, y en algunos casos con convulsiones producto de tener droga en sangre», indicó, en diálogo con Radio Continental Corrientes.
El médico pediatra señaló también que una de las consecuencias de esta situación, es el aumento de intentos de suicidio en niños y adolescentes que son víctimas de este tipo de violencias.
También mencionó que el otro problema que deviene de esta preocupante situación, es el destino de estos niños cuando reciben el alta. «Al ser dados de alta no tienen dónde ir, o los lugares donde tienen que ir no son los adecuados, y son invisibilizados. Son chicos que muchas veces terminan en hogares, con los problemas que el proceso de separación del seno familiar conlleva», completó el médico.
.