La alegría de cientos de chicos en distintas localidades se apropió de las calles al recorrerlas para celebrar Ángeles Somos y recibir colaciones en las casas donde llegaron para dejar al retirarse la bendición.
El entusiasmo de funcionarios de los municipios que se involucraron en la organización fue notorio, así lo expresaron a EL LIBERTADOR, como el titular de la Secretaría de Educación, Cultura y Turismo de Caá Catí, Matías Geneyro, quien con tono de satisfacción al promediar el mediodía comentó que «ya se está terminando la celebración, aún quedan los últimos chicos haciendo su recorrido» y destacó que tuvo una gran convocatoria, «vino gente de otras localidades también a traer a sus chicos para vivir la fiesta, quienes se unieron a los que salieron desde horas muy tempranas».
Describió que se los vio ataviados «con sus alitas de ángeles, con pequeñas cruces y flores en las manos, con todo lo que comprende la simbología de esta costumbre» y enfatizó: «La verdad que se vivió un momento muy lindo; las familias acompañando a sus chicos; fue un momento muy agradable». Anoche, aquí, se realizaban las serenatas.
Similar experiencia y declaraciones del funcionario caacateño, se suceden también en las distintas localidades, donde niños y adolescentes, sin que fuese necesario estar ataviados de ángeles o muchos por carecer incluso de una prenda de vestir blanca, volvieron a ocupar el centro de atención de los adultos, para recibir su afecto y recordar a la sociedad entera de que hay costumbres que no deben perderse, porque se conforman de valores perennes, como el de la bondad, la alegría, la amistad y son sello de la propia identidad.
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