En el barrio Santa Catalina, se inaugurará hoy un monolito masónico y reloj solar a partir de lo cual se busca reforzar la política de apertura a la sociedad que se vienen adoptando y además desmitificar algunas ideas de los vecinos.
La ceremonia se llevará a cabo a las 10.30 en la rotonda de las avenidas Argentina Rojas y Pedro Celestino Montenegro y será presidido por el Gran Maestre de la Gran Logia Argentina de Libres y Aceptados Masones Pablo Lázaro, junto a su Comitiva Especial.
«Para el monolito, que lo denominaron como Solar Arandú, además están invitados los actores de la sociedad civil y la gente que quiera participar es abierto al público», señaló en diálogo con EL LIBERTADOR, Fernando Argañaráz, gran consejero zonal.
Explicó que está construido en material: piedra y cemento, con la idea que perdure en el tiempo.
«Una de las simbologías que tiene, que representa y que está a la vista, es que está constituido sobre tres escalones, que es un símbolo muy específico de la masonería, pero que fundamentalmente tiene que ver con los trípticos que van a encontrar ahí para poder leer que es: ciencia, justicia, trabajo, libertad, igualdad, fraternidad. Cada uno de esos escalones sobre los cuales se va a sentar específicamente el reloj solar tiene una simbología propia, pero que nosotros lo ponemos a la vista como para que la gente pueda ver y se pueda desmitificar un poco esta cuestión de la masonería», detalló.
PRIMERO EN LA CIUDAD
De acuerdo con lo que manifestó, es la primera vez que se construye un monolito de masonería, con estas características.
«Hay que tener en cuenta que la masonería existe en la provincia de Corrientes desde 1834. O sea, que ya hace bastantes años que tiene presencia. Pero una obra así de esas características en Corrientes Capital bajo la forma de un reglón solar es la primera vez. Pero no es el primero en la provincia de Corrientes», justificó.
Continuó: «Con esto, la idea es salir un poco más hacia la sociedad, vincularnos de esa forma. Si bien es cierto, hace ya algún tiempo que nosotros tenemos una política de plena apertura, esto viene a reforzarlo».
Sostuvo que «la masonería actualmente no es una sociedad secreta, es más bien discreta porque tiene algunas cuestiones que son propias para quienes forman parte de la institución. Es cierto, fue secreta en algún tiempo, fue más que nada por preservar y proteger la vida de quienes formaban parte de la institución, porque, bueno, distintos períodos de la historia».
RECEPCIÓN
Explicó que la idea del monolito es que ese sea un punto de encuentro y de reunión. «Obviamente que esto se hizo con permiso municipal, hay una ordenanza», aseguró a lo que relató la buena recepción de los vecinos durante el proceso de la construcción.
«Al momento en el que se adjudicó el lugar para ir a hacer la obra, un grupo de hermanos se acercó al lugar, inclusive hay una comisaría ahí en donde fuimos a comentar que teníamos el permiso municipal para empezar a construir una obra y la verdad es que la recepción de los vecinos fue de la mejor, siempre con algunas curiosidades, porque bueno, hablar de masonería por ahí nos lleva a la palabra misterio, o historia».
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