Un pueblo asentado sobre la vera de una ruta, con una población estimada de menos de 2.000 personas, según un censo desactualizado de hace más de diez años.
Este pueblo, entre tantos, mereció atención por parte de un proyecto de comunidad en la era de la inteligencia artificial, del que toda persona mayor a 18 años puede ser parte, a través del escaneo de datos biométricos del iris con un Orb. Este dispositivo en forma de esfera emite un código único que identifica a la persona entre millones.
El pasaporte o World ID, por el que reciben un primer pago en criptomonedas, facilita el acceso a una red financiera en la que podrán realizar pagos, compras y transferencias en todo el mundo con activos digitales, stablecoins y monedas tradicionales. No es un relato de ciencia ficción. Worldcoin está en Felipe Yofre.
POBLACIONES
VULNERABLES
La pobreza y la desigualdad son desafíos aún vigentes en Corrientes, entre otras provincias que son parte del Nordeste argentino.
Su economía basada en actividades primarias es susceptible a las fluctuaciones del mercado y a eventos climáticos extremos, como las conocidas inundaciones, los incendios forestales e incluso la sequía, catástrofes que perduran en la memoria reciente de los correntinos.
La precariedad es un paisaje tan extenso a lo largo de la provincia, que un incentivo como el que ofrece Worldcoin puede ser muy atractivo.
«La Fundación Worldcoin ya ofrece sus servicios de verificación de humanidad en el Aula Informática en Felipe Yofre», invitaba el comunicado oficial.
«Con un World ID verificado por el Orb, las personas mayores de 18 años pueden demostrar de manera privada que son humanos únicos sin revelar su identidad en línea. Para ser verificados, los individuos deben descargar World App -una aplicación desarrollada y operada por la empresa colaboradora Tools for Humanity- y programar una cita», explicaba.
De acuerdo a lo trascendido en medios locales, anteriormente se ofrecía a jóvenes de Corrientes y Chaco el monto de 20 mil pesos para viajar a Buenos Aires, donde podrían conseguir su pasaporte.
Puesto que el pago informado a través del sitio web oficial es en criptomonedas, la duda persiste de si el rumor de esa promesa de pago en pesos estaba por fuera de lo pactado.
EL LIBERTADOR se contactó con una referente local para comprobar la veracidad de este rumor, pero no hubo respuesta.
BUENOS AIRES
La fecha del comunicado de su llegada a Felipe Yofre es del 25 de julio, un día antes se notificaba a través de la página oficial de la Ciudad de Buenos Aires, que se había multado por 194 millones de pesos a la Fundación Worldcoin. Además, le ordenó que suprima las cláusulas abusivas contenidas en sus contratos.
Esta medida de protección a los derechos de los consumidores, se fundaría en que «no solicitaba acreditación de identidad ni exhibía señalizaciones que indiquen que el requisito mínimo de edad para acceder al servicio es de 18 años».
Respecto a las faltas identificadas, se señaló que «una de las contradicciones principales de la respuesta de la empresa es lo que expresa el contrato de adhesión respecto al almacenamiento de datos biométricos».
«Por un lado responden que se mantienen en el Orb y se destruyen y, por otro lado, en el contrato, que son almacenados a otros países. Siguen sin respondernos donde son almacenados los datos biométricos personales de los bonaerenses», observó Ariel Aguilar, subsecretario de Desarrollo Comercial y Promoción de Inversiones de la Provincia, organismo del que depende la Dirección Provincial de Defensa de los Derechos de los Consumidores.
«La complejidad de estos contratos, lo novedoso de la operatoria desplegada, el bien jurídico que está en juego y la falta de información, impiden comprender clara y plenamente las reglas y el funcionamiento de toda esta operatoria», subrayó Aguilar.
NECESARIA
REGULACIÓN
En diálogo con iProUP, desde la Fundación Worldcoin manifestaron «sorpresa» por «la reciente multa impuesta por la Dirección Provincial de Protección al Consumidor y la rechaza».
«Consideramos que existe un malentendido fundamental sobre los hechos y el marco legal y por eso se apelará esta decisión, confiando en su posición y los precedentes establecidos por tribunales competentes», sostuvieron.
En marzo de este año, anunció que los componentes esenciales del software Orb están disponibles para el público en general, accesibles a través de GitHub bajo una licencia dual MIT/Apache 2.0.
Esto da la posibilidad a los usuarios de proteger sus propios datos entregados a Worldcoin, mediante un paquete de datos firmado con la clave privada del Orb, y cifrado con una clave pública proporcionada por el usuario antes de su transferencia al teléfono móvil del usuario.
El abogado Daniel Monastersky, de Data Governance Latam, advirtió al mismo medio: «En la era digital, la confianza depositada al compartir datos sensibles con empresas es crucial. No debe otorgarse de manera indiscriminada».
El letrado se lamentó de que «perdimos la oportunidad de que a nivel nacional esto se prohíba o tenga alguna sanción por no cumplir con la normativa de protección de datos de Argentina y solamente Buenos Aires sancione a esta compañía».
Masividad y diversidad de datos
En la era de la inteligencia artificial, la información es poder. Por eso, EL LIBERTADOR consultó a Gemini, el bot conversacional de inteligencia artificial desarrollado por Google, qué podría motivar la elección de una comunidad como Felipe Yofre para un proyecto como Worldcoin.
En primer lugar, sería la democratización de la identidad digital. «Al comenzar por comunidades que carecen de acceso a servicios financieros y documentos de identidad tradicionales, se busca cerrar esta brecha digital y empoderar a estas poblaciones», comenzó.
Por otro lado, explicó que «la recopilación de datos biométricos a gran escala, especialmente en poblaciones diversas, es valiosa para la investigación en inteligencia artificial y el desarrollo de nuevos modelos».
Esto se relacionaría a la creación de una red descentralizada. «Al construir una base de usuarios amplia y diversa desde el principio, Worldcoin busca crear una red descentralizada y resistente a la censura. Esto significa que la identidad digital de una persona no estaría controlada por un solo ente, sino que estaría distribuida en una red global», especificó.
Para finalizar, señaló que «en comunidades donde las oportunidades económicas son limitadas, esta recompensa puede ser muy atractiva».
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