«Más de tres meses están anotados muchos y nada aún». Como ese, decenas de comentarios inundaron desde el miércoles en la noche, la publicación del Gobierno de Corrientes donde anunciaban el otorgamiento de turnos de vacunación para adolescentes. La mayoría son padres y tutores que se quejan del retraso en la campaña de inmunización para sus hijos en esa franja etaria.
En la edición de ayer, EL LIBERTADOR hizo público el reclamo de la celeridad en el proceso y se hizo mención a la preocupación de los adultos por la falta de protección de sus hijos ante el virus. Se trata de un grupo que asiste a los establecimientos educativos en los que hace semanas se liberaron las burbujas y también, son los que en poco tiempo participarán de las fiestas de egresados y los viajes de fin de curso.
Sin contar las quejas por los lugares en los que no se permite el acceso si no cuentan con el carnet de vacunación. «Si no los tienen, no es porque no quieran recibir las dosis, es porque no les dan el turno. Hace meses esperamos», había dicho un tutor a este medio.
A eso, se suma el malestar de los padres de localidades de Interior. «Mi hija de 15 sigue esperando. Lamentablemente, somos del olvidado Interior», dijo una de ellas en la publicación oficial del Gobierno sobre la vacunación en niños de entre tres y once que se inició el martes. Como ella, otras personas de distintas localidades mostraron el mismo descontento.
JUSTIFICACIÓN
Sobre el porqué de la demora, no hay otra explicación más que la del retraso del envío de dosis de la vacuna Pfizer por parte de Nación. Fue lo que argumentó el ministro de Salud Pública de la provincia, Ricardo Cardozo en un programa radial. Pero tampoco ahondó en este punto.
Ayer, el subsecretario de Sistemas y Tecnologías de Información, Federico Ojeda publicó en su cuenta de Twitter que durante la mañana se otorgaron 24.000 turnos para los adolescentes de la provincia.
Por la tarde, desde el Gobierno provincial, anunciaron que hoy al mediodía iba a estar disponible para descargar otra tanda de turnos para este grupo de entre 12 y 17 años de Capital.
En las redes, los tutores no son tan optimistas. Sus mensajes demuestran una preocupación y un reclamo que son legítimos, si se tiene en cuenta que los días pasan y la espera sigue.
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