La productora audiovisual Daiuja conversó con EL LIBERTADOR, sobre como su tema Soy Forastera fue una revelación en este nuevo formato de trapmamé, ya que no fue algo pensado, donde para muchos que no están habituados a escuchar una versión moderna del chamamé, esta pieza representa un primer paso de combinar dos géneros musicales en uno.
Finalmente, comentó cuáles son las temáticas que la inspiran, cómo se siente al juntar todo lo que la interpela como artista y su vínculo con el público, al describir como suelen ser sus actuaciones, para disfrutar sin prejuicios.
La conversación se dio de la siguiente manera:
¿De dónde surge esta vocación musical? ¿Cuáles fueron tus primeros pasos en tu formación artística?
-La educación musical nunca se supo mucho bien de donde sale porque en mi familia o en la familia de mi padre o de mi madre no hay personas que se hayan dedicado a la parte artística, pero siempre hubo unos genes ahí, personas que pintan o que se quedaron quizás mujeres que se dedicaron a sus hijos y a sus casas siendo amas de casas, pero uno entra a su casa y encuentra cosas pintadas, y se nota ahí la parte creativa y el arte en las manos de esas mujeres, así que creo que viene por ese lado, igualmente no hay nadie que se haya animado quizás a mostrar lo que hacía en público, hasta que llegue yo.
Mis primeros pasos, siempre fueron desde muy chica, teniendo 10 años, la primera vez que me subí al escenario, fue en Formosa, viví ahí tres años y si bien toda mi adolescencia y hasta antes de la pandemia siempre canté en inglés y mis influencias el 90 por ciento siempre fueron internacionales, la primera canción que canté en público, cuando tenía 10 años fue A mi Corrientes Porá, en Formosa, era un acto del 25 de Mayo, y este tema apareció cuando escribí mi primer canción, no fue la inicial, pero fue una de ellas, que es Soy Forastera, y se va a encontrar en la canción original que dice A mi Corrientes Porá, ahí apareció la niña de 10 años recordando su primer chamamé.
A los 11 años comencé a tocar la guitarra, siempre tuve muchísima facilidad, intuición y mucho oído, en 6 meses aprendí a tocar la guitarra y ya tocaba en una banda en Formosa, y después al venir a Corrientes a los 16 años ya comencé a cantar en los casinos, en fiestas, y siempre de manera solista, haciendo covers, un poco más grande teniendo bandas. Después estuve en Lady Black, que era una banda que hacía música disco de los ’80, ’90, sonaba muy bien en Corrientes y la pandemia hizo que me ponga a estudiar producción musical, y ahí me pregunté qué pasa si combino todo eso que me gusta con todo eso que soy, música electrónica con música de los ’80, por ejemplo, y ahí nace mi primera producción de música electrónica tocada en vivo. Porque hay que aclarar que no solamente es ese género, sino que yo en el show toco en vivo, más allá del nuevo concepto de poner chamamé con música electrónica, en vivo yo estoy improvisando, generando sonidos, y eso también es un nuevo concepto que se llama: Live Performance, es un show en vivo de música electrónica, todo el mundo piensa que soy DJ y que solamente paso música, pero estoy tocándola en vivo. El video de toda la noche que fue mi primera producción, es toda una fusión de música de los ’80 con electrónica. Así que la pandemia para mí, fue el momento de parar todo, ponerme a estudiar y cuando comenzó esta vida de productora oficialmente, productora y cantautora.
¿Cómo surgió este proyecto musical como Daiuja?
-Daiuja, el proyecto musical para mí, siempre estuvo ahí, porque en la banda también trabajaba como productora, justamente en la producción del show, en la elección de temas, en los objetivos y hacia dónde, cómo conformábamos el show. Pero el nombre nace con el Fotolog, pero todo eso se juntó en pandemia, porque en el mundo de la música electrónica se utiliza mucho los akas, los nicknames, así que decidí llamarme así, como era un nombre que ya venía trabajando y ahí nace Daiuja productora, pero la idea siempre fue mezclar todo lo que me interpela como persona y que fue un descubrimiento también de quién soy como artista, pero el plan siempre fue que sea música electrónica en vivo, en el show me vas a ver cantar, tocar la guitarra, generar sonidos y en ningún show van a ser las mismas versiones, porque siempre estoy tocando distinto.
¿Cómo es el desafío de incorporar además de tu talento musical, tus habilidades como productora audiovisual en las pantallas para tus performances en vivo?
-Y así como musicalmente junto todo lo que auditivamente me interpela y crecí, me fue muy natural trabajar como productora audiovisual porque soy diseñadora gráfica, me recibí en la Unne en 2011, así que Daiuja es todo lo que soy como persona y como que me lleva a ser una artista, artista audiovisual, me diseño la ropa, diseño el concepto, los colores, cómo va a sonar cada canción, tengo en mente qué quiero que haga cada bailarín, es decir, termino siendo más una productora creativa de shows, en donde aplico y combino todo lo que me gusta, incluyo todo lo que me agrada hacer.
Con respecto a la fusión de géneros musicales, ¿qué es el trapmamé y cómo nació?
-Acerca del trapmamé, para mí cuando me preguntan que es, si el tema Soy Forastera es chamamé, no lo es completamente, ni tampoco es música electrónica, se puede definir como un chamamé electrónico o trapmamé, a mí me gusta mucho hablar de nuevos conceptos, es la fusión de dos mundos, así se combina la música urbana que está dentro de la música electrónica, esta última no solamente es la música bailable de las fiestas electrónicas, sino todo sonido que se pueda producir con una máquina, y ese sonido llevando a cualquiera de ambos géneros, para mi conforman un trapmamé, que es la fusión entre el trap y el chamamé justamente, pero no sólo muere en una canción, sino que creo que puede ser un nuevo subgénero musical y hasta un movimiento interesante para los jóvenes de la región.
Debo aclarar que el corazón de mi proyecto: Daiuja es la música electrónica bailable, porque soy música disco, soy música funk, y es lo que crecí escuchando y bailando, entonces el sentido del proyecto es música electrónica, en mis shows van a encontrar pop, rock, música disco, chamamé, folclore, pero Daiuja es un show para no pensar, para dejarse llevar, para bailar y disfrutar, justamente libre de prejuicios.
¿Qué se siente incorporar un género musical que identifique tanto a los correntinos como el chamamé, en una versión más moderna electrónica?
-La verdad que fue una sorpresa al encontrar que podía generar este sonido dentro del chamamé, en la música electrónica, porque no fue pensado. Todas las producciones que trabajo, si bien hay mucho de estrategia, también hay márgenes de error, y dentro del mismo, sorpresivamente, hay un hermoso asombro. Entonces, siempre digo que es prueba-error, sorpresa y se vuelve a iniciar, esa es como la ecuación en la producción.
Hay cosas que se dan de manera accidental, que en el momento se obtiene un resultado muy bueno y el trapmamé para mí, fue una sorpresa. Tanto desde el momento en que yo produje la canción, que sabía que era un hit, al escuchar y compartirlas en las radios, con los periodistas, que la gente comience a escuchar y que inevitablemente comience a mover el cuerpo, la verdad es que es una hermosa sorpresa que pase eso. A la gente creo que, lo que más le asusta es la idea del trapmamé.
Yo suelo hacer un experimento cuando hablo con alguien y le consulto: ¿Qué pasaría si junto al chamamé con la música electrónica?, entonces, la cara de la gente cambia completamente a algo negativo y cuando Soy Forastera comienza a sonar, empieza a desaparecer lo negativo y aparecer lo positivo, junto a la fiesta. Así que, creo que eso es algo para verlo en vivo y a tener en cuenta. Creo que es más grande el prejuicio, pero cuando uno se deja de llevar, no existen las fronteras y los límites.
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