¿Cuál es el mejor camino para llegar a Colonia Carlos Pellegrini? Acá, invitando a los funcionarios que velan por nuestro bien, nuestros intereses y nuestro desarrollo, a que me acompañen a encontrar la respuesta a esta pregunta. Hace mínimo 8 meses que las rutas al Norte están detonadas. Y ni yo, pellegrinera hace 10 años y que recorro las rutas con frecuencia, sé la respuesta. Por eso invito a que el Gobernador, Vice, el Encargado de obras públicas de la Provincia, de Vialidad provincial, el Ministro de Turismo, de Salud de la Provincia, y todos los senadores, diputados y personas que tengan algo que ver con el estado de la ruta, me acompañen algún día de enero o febrero a recorrer uno de los accesos, el que prefieran, con su vehículo particular o con el mío y podamos encontrar la respuesta.
Antes de salir del pueblo o al querer regresar, uno debe estar especulando con el pronóstico del tiempo, consultando el estado de los caminos, evaluar si toma la opción de tres horas y media para los 160 kilómetros a Virasoro o la de cinco horas, pero con menor riesgo por la 114 o la opción de siete horas dando la vuelta por Mercedes. Podemos ir con su vehículo particular, como lo hacen los docentes, trabajadores rurales, vecinos pellegrineros, transportistas, o podemos ir con mi vehículo, me es indistinto. Pero sí me gustaría que se tomen el tiempo de ver y vivir lo que es recorrer las famosas rutas 40 y 41. La ruta que conecta un pueblo turístico estrella de la provincia, visitado por gente de todas partes del país y mundo, en su trayecto de ida o vuelta a las Cataratas del Iguazú. Ruta usada por el área agrícola ganadera, pero sobre todo por la ambulancia para sacar pacientes de urgencia. ¡No me quiero imaginar lo que debe ser viajar dolorido con esos pozos!
Pido que acepten la invitación, pensando en que el pueblo los votó, ustedes se postularon a un cargo o mínimo aceptaron la responsabilidad que les fuese asignada. Ustedes son el pueblo, tienen la posibilidad de hacer algo por nosotros. Les pido que se acuerden de nosotros, que vengan y vean la garra que le ponemos para seguir adelante, para trabajar, para atender a los turistas mejorando continuamente la calidad de los servicios, que vean la energía positiva que tiene el pueblo, pero lo desgastante que es movilizarse. Entiendo que estén ocupados y con agendas ajustadas, nosotros también lo estamos, por eso no podemos destinar siete horas para hacer 160 kilómetros cada vez que llueve.
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