«Cualquier cáncer diagnosticado a tiempo es curable. Cualquier enfermedad oncológica cuando está en su etapa inicial puede ser resecada completamente, o sea operada, extraída y ser curado», así lo explicó Julia Ismael, médica especialista en Oncología Clínica y directora ejecutiva del Centro Especializado en Gastroenterología en diálogo con EL LIBERTADOR.
La profesional estuvo en Corrientes para disertar en la jornada de Epidemiología del Cáncer, Redes de Prevención y Detección Temprana, organizado por el Ministerio de Salud de Corrientes.
«En la jornada se abordará el control del cáncer en el contexto de las enfermedades crónicas no transmisibles que son una epidemia a nivel global y sobre todo en los países de medios y bajos ingresos. Esto requiere medidas urgentes y estas enfermedades tienen alternativas de control que consisten en la planificación y la organización del sistema sanitario basado en la atención primaria de la salud y esto sirve para enfocar los recursos hacia las medidas que son más costo-efectivas y no llegar tarde con el diagnóstico y tratamiento de la enfermedad y esas medidas son la prevención y el diagnóstico temprano del cáncer», sostuvo.
Explicó que «en Argentina existen tres programas de prevención, de control del cáncer temprano que son cáncer de colon, de mama y de cuello y en esas tres patologías hay una estrategia para llegar tempranamente a la enfermedad y hacer el diagnóstico con mamografía para el cáncer de mama, con Pap y test de sangre oculta en materia fecal y colonoscopía para el cáncer de colon. Y esos tres programas se están implementado desde hace varios años en la provincia de Corrientes, así es que estamos andando ya el camino de la prevención».
NÚMEROS
Fue más concreta con la afirmación: «El cáncer tomado a tiempo es prevenible y curable. Anualmente, se diagnostican 18.000 mujeres con cáncer de mama por año en toda la Argentina».
Por lo que, advirtió: «Hay una tendencia desde el año 2012 con una ligera disminución en mortalidad global respecto al cáncer de mama y colon. Igualmente, si bien vienen bajando, uno es más ambicioso y querría que esto sea más abrupto y por eso cuanto más temprano se haga el diagnóstico, mejor».
CONTROLES
De acuerdo con la información que brindó: los controles para las patologías que son las más frecuentes deberían arrancar a los 50 años independientemente del género.
«Para el cáncer de colon, hombres y mujeres a partir de los 50 acercarse al centro sanitario o a su profesional de confianza para que le recomiende si hacer el test de sangre oculta o la colonoscopía. Y ahora que estamos ya en octubre para todas las mujeres a partir de los 50 hacerse una mamografía que es el gol estándar para la prevención del cáncer de mama. Y las mujeres a partir de los 35 años también el control ginecológico para detectar tempranamente el cáncer de cuello. Las niñas a partir de los 11 años y ahora también los varones desde hace un tiempito cuentan con la vacunación contra el VPH», reveló.
Vale destacar que Julia Ismael además, trabajó en el Instituto Nacional del Cáncer (INC) por 9 años y fue su directora entre 2018-2020. Como oncóloga médica con un enfoque en la equidad en la salud de la población, se desempeña para mejorar los sistemas de atención y reducir las inequidades en la atención de las personas que padecen cáncer.
Ha contribuido a numerosas publicaciones y programas de control del cáncer, incluido el lanzamiento y la implementación del primer Programa Nacional de Control del Cáncer en el país.
Octubre rosa: múltiples actividades en sensibilización del cáncer de mama
El 19 de octubre se conmemora el Día Internacional de Lucha contra Cáncer de Mama, que tiene como objetivo promover controles y advertir la necesidad de diagnósticos tempranos que pueden salvar vidas. Por ello, la Organización Mundial de la Salud (OMS) estableció el mes de octubre como el mes para la sensibilización sobre la enfermedad.
En consonancia con el Mes Rosa, se invita a utilizar un lazo o moño rosa, símbolo internacional usado por personas, compañías y organizaciones comprometidas en crear conciencia sobre el cáncer de mama y en mostrar apoyo moral a las mujeres que padecen esta enfermedad.
Esta iniciativa surgió en 1991, cuando la Fundación Susan G Komen los entregó a los participantes de una carrera en Nueva York, en honor a los sobrevivientes de cáncer de mama.
Detectar la enfermedad en sus etapas iniciales no sólo reduce significativamente la mortalidad, sino que también permite optar por tratamientos menos agresivos, mejorando notablemente la calidad de vida de las personas afectadas. Se estima que un 30 por ciento de los casos podrían evitarse mediante medidas de prevención primaria, como la promoción de hábitos de vida saludables, la realización de mamografías regulares y la educación sobre el autoexamen mamario.
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