Hoy, el último día de la 34ª Fiesta Nacional del Chamamé promete ser una celebración inolvidable, cargada de emoción, orgullo cultural y ese espíritu único que solo el chamamé sabe despertar en sus seguidores. Desde el viernes 17, la Capital correntina vibró al ritmo del acordeón y las guitarras, recibiendo a miles de visitantes que llegaron desde diferentes puntos del país y del extranjero, atraídos por la magia de esta música que es mucho más que un género: es identidad.
El anfiteatro Cocomarola fue una vez más el escenario donde la tradición y la modernidad del chamamé se encontraron. Durante los días anteriores, artistas consagrados y jóvenes promesas desfilaron ante un público apasionado, demostrando que esta expresión musical sigue viva y en constante evolución.
Para esta última noche, el cartel de artistas promete un espectáculo cargado de emoción, con figuras como Los de Imaguaré, Los Bofill, María Ofelia, Lazaro Caballero, Emiliano Cardozo y Los Cardocitos, y Rocio Ayelen y Leo Acuña. Además, la presencia internacional del brasileño Desiderio Souza será un atractivo especial, junto a otros destacados como Diego Gutiérrez, Homero Chiavarino, Exequiel Fernández, y las Voces Che Rajy. También se presentarán el Ballet Oficial, Canta Chaco, Raíz Guaraní, Guillermo de Pompert, Yoni Mombage y Zuni Aguirre, quienes harán vibrar al público en la clausura del festival.
La jornada también será el punto de partida de la edición 2026, ya que esta noche se dará conocer el lema que tendrá el evento el próximo año.
Como cada noche en el Cocomarola, no faltarán los momentos dedicados al baile, donde el sapucay resonará en cada rincón del anfiteatro, y los bailarines darán testimonio de la pasión y el orgullo que sienten por sus raíces. El chamamé, declarado Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad, sigue manteniendo su esencia intacta, abrazando generaciones y conectando con lo más profundo del sentir litoraleño.
La última noche será un recordatorio de que el chamamé no es solo una fiesta: es una forma de vida. Una vez que las luces del Cocomarola se apaguen, quedará en el aire la promesa de un próximo encuentro, donde nuevamente se abrirán los brazos a quienes encuentran en esta tierra algo más que una simple melodía.
Vale recordar que el inicio de la última velada chamamecera será a las 19.30 y que el acceso estará permitido hasta las 20.30 con las entradas generales. Para hoy, siguen estando vigentes los tickets comprados para el jueves 23, jornada que debió ser suspendida por la lluvia.
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