La jueza de Familia, Niñez y Adolescencia N° 4, Carolina Macarrein hizo lugar al pedido de compensación económica de una mujer que sufrió violencia de género mientras duró la relación y cuando finalizó tuvo que abandonar el hogar y quedó en situación de gran vulnerabilidad.
Para determinar el monto la magistrada tomó como referencia la expectativa de vida de la mujer que en argentina es de 75 años y consideró que le faltan 36 años que le faltan para alcanzar esa edad.
MÁS DE 4 MILLONES
Desde el mes de septiembre de 2023 el Salario Mínimo Vital Móvil se fijó en $118.000 por lo que si debería efectivizar hoy el pago ascendería a la suma de $4.248.000.
El hombre es retirado de la Prefectura Naval Argentina, con una antigüedad de 25 años, por lo cual percibe una remuneración mensual. En lo informes psicológicos se establece que existió una relación asimétrica y conflictiva entre ellos traducida en un cercenamiento de la red social de la mujer y celos desmedidos, con signos de violencia verbal, psicológica, económica y física en los últimos años.
Además, luego de tanto tiempo, María naturalizó la negatividad de la interacción y ahora padece consecuencias como angustia, baja autoestima, sentimientos de temor e indefensión.
Para establecer la compensación económica la magistrada tuvo en cuenta que el hombre posee un sólido ingreso económico, respaldado por la experiencia y desarrollo curricular y, por el contrario, la mujer, a lo largo de la vida en común, no trabajó nunca porque su pareja le impedía o al menos le dificultaba esa posibilidad. Por ello vivió siempre a expensas de lo que su conviviente “le diera” para la casa y para sí.
PERSPECTIVA DE GÉNERO
“El desequilibrio patrimonial de María se ha ido consolidando a lo largo de la unión convivencial y se ha acentuado a extremos casi de inhumanidad luego de la ruptura convivencial”, afirmó Macarrein. Y agregó que la relación con su ex pareja “fue en detrimento de su independencia individual, que generó su actual situación de desempleo, de desamparo habitacional, de salud y de libertad”.
La compensación económica es un valioso mecanismo con perspectiva de género para superar el “estigma” de “ser alimentado”, habitualmente asociado a un sistema de distribución de roles rígido, y muchas veces discriminatorio, que impacta mayormente en las mujeres.
Sobre la posibilidad de la mujer a jubilarse a la edad que establece la ley para las mujeres, es decir 60 años, la doctora Macarrein aseguró que “difícilmente alcanzará a subsanar el desequilibrio al llegar a la edad jubilatoria, pues tampoco podemos asegurar que tendrá derecho a acceder a una Jubilación Mínima Vital y Móvil”, sostuvo la magistrada en su fallo.