Los Bomberos Voluntarios de San Miguel viven horas de desconcierto, luego de que saliera a la luz la información de que se desconoce el destino de más de 1.800.000 pesos que habrían ingresado a las arcas de las Asociación y la falta grave de recursos para sus miembros que complicó el funcionamiento mínimo del servicio.
Según informó EL LIBERTADOR en la edición del sábado 27, la Fuerza de la localidad, que había sido centro de una campaña solidaria liderada por el influencer Santiago Maratea, se encuentra fuertemente cuestionada y en conflicto con el Municipio por el dinero sin registro. Además, la Asociación se encuentra, de hecho, acéfala, debido a que se habría vencido el plazo para la convocatoria de la Asamblea, frente a lo cual circuló, extraoficialmente, consideraciones de la necesidad de una intervención o normalización estatal.
Al respecto, el director de Defensa Civil de la Provincia, Eulogio Márquez desechó la idea de intervenir el organismo y resaltó que «hay otras salidas antes». A su vez, confirmó que durante la semana viajará a San Miguel para intentar llegar a una solución, a la que definió como «un problema interno de la Comisión Directiva».
SERVICIO AFECTADO
El jefe del Cuerpo de Bomberos local, Héctor López Tosolini comentó la situación con el medio Radio Sudamericana. Indicó que la situación comenzó mientras se encontraban apagando un incendio y el móvil se quedó sin combustible, a lo que se comunicaron con la base para pedir un vale, pero fueron informados de que el Municipio no los entregó, así como los 6.000 pesos semanales de colaboración.
«La ruptura entre el cuerpo y la Comisión viene de hace meses», indicó el jefe de la Fuerza.
«Pedimos si podíamos ver los movimientos que se estaban haciendo con la cuenta bancaria de los movimientos, y eso lo tomaron a mal desde la Comisión», explicó. «Pensaron que nosotros les acusábamos de algo», agregó, y que «desde entonces la relación se quebró».
«Desde entonces venimos trabajando solos, arreglándonos con lo que nos da el Municipio», afirmó López Tosolini. Por este motivo, la noticia de que desde el Ejecutivo local no les pasaría más esa colaboración fue un golpe duro.
«Pudimos solucionar el problema con los vales de combustible y los 6.000 pesos con el Municipio», afirmó. «Me comuniqué con el Intendente y pudimos llegar a un acuerdo, pero seguimos teniendo inconvenientes con la parte administrativa del cuartel de bomberos», lamentó.
«El Intendente (José Alberto Barreiro) nos dijo que ayudaría, pero nos puso de condición que pase a buscar la plata y los vales un bombero, no alguien de la Comisión Directiva», advirtió. «Nos hace pensar que la situación es grave», finalizó.
Esperan solucionar el problema, sobre todo, de cara al verano que, se pronostica, será tanto o más duro que el de este año.
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