Docentes secundarios del Interior de la provincia denuncian diversas situaciones que los complican salarialmente, tanto en actividad como durante sus respectivas jubilaciones.
El docente del colegio secundario Esteban Echeverría de Sauce, Gerónimo Ayala, comentó el panorama con EL LIBERTADOR. «Hace mucho tiempo que los sueldos que se liquidan a los docentes de ese Nivel en particular (Secundario) tardan una barbaridad», indicó, agregando que algunos de sus colegas tienen casi dos años en sus puestos y aún no perciben su salario.
Una de las cuestiones que más preocupación genera, dijo, es que por la situación económica del país se encarece la economía de los profesionales. «Es una situación angustiante, esos docentes a los que el Estado le adeuda casi dos años, ¿Cómo van a vivir?», lamentó, agregado que «tienen su familia, tienen que alimentarse, eso es lo que no entendemos».
Para sumar a la problemática, Ayala comentó que cuando el pago llega finalmente, luego del extendido tiempo de espera, los maestros se encuentran que los montos están desactualizados respecto de los últimos aumentos por inflación. «El sistema es para incomodar al docente», expresó.
«Esto les pasa a muchos docentes en toda la provincia, y está hecha una trampa para que el docente no reclame», argumentó en referencia a las diversas trabas burocráticas en la cuestión.
A su vez, indicó que, en una visita a la localidad de las autoridades, saltearon la vía jerárquica para realizar el reclamo con los principales funcionarios del Ministerio de Educación, hecho por el que fueron advertidos y recibieron un llamado de atención por escrito.
«Los gremios no existen, no hay apoyo de ningún lado», lamentó. Por otra parte, también se generan problemas similares a la hora de las jubilaciones: «En los colegios que fueron transferidos de Nación a Provincia, los docentes que se jubilan tienen que hacer un recurso de amparo para percibir su jubilación, con todo el tiempo que eso implica», comentó.
Detalló que, del 82 por ciento móvil, monto que corresponde por ley, los maestros sólo perciben la mitad.
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