La académica miembro fundadora de la Art College de Toronto, Dot Tuer, es una de las especialistas invitadas por la Facultad de Artes, Diseño y Ciencias de la Cultura (Fadycc) de la Universidad Nacional del Nordeste, a participar del Congreso Internacional de Artes que la casa de altos estudios desplegó junto a la Bienal Internacional de Esculturas, realizada en la ciudad de Resistencia, Chaco.
En diálogo con EL LIBERTADOR, Tuer remarcó que el arte debe entenderse como parte integral del desarrollo humano, y subrayó que, en ese sentido, el arte contemporáneo, con sus variantes visuales, tecnológicas y discursivas, juega un papel crucial en la reflexión y crítica social de las sociedades actuales.
Tuer resaltó que el arte es un motor de conocimientos, prácticas y síntesis. Enfatizó que, desde los comienzos de la cosmología, la ciencia y el arte han avanzado juntos en la búsqueda y cuestionamiento del desarrollo, resaltando que, aunque en algún momento fueron separados, actualmente se están reuniendo nuevamente, a pesar de las dificultades para reconocer su propio diálogo.
Por otra parte, la especialista afirmó la interacción entre museos, galerías, bienales, revistas, libros y universidades es fundamental para el desarrollo del arte contemporáneo, remarcando que estas colaboraciones enriquecen los espacios culturales y fortalecen el intercambio de conocimientos.
A la vez, destacó la visión y solidaridad artística del fundador del Museo de Arte Contemporáneo de Corrientes, Ñande MAC, Luis Niveiro, al crear un espacio cultural significativo que marcará un antes y un después en la historia de Corrientes y la región, con amplio reconocimiento internacional para el arte contemporáneo local.
Así se desarrolló parte del diálogo.
¿Cuál considera que es la importancia del arte contemporáneo en el contexto global actual, especialmente en términos de reflexión y crítica social?
-Hay que entender al arte como parte de un todo, del desarrollo de la humanidad. Desde el inicio de la civilización, el arte se manifestó y todos los pueblos del mundo sin excepción lo practicaron. Entonces, a partir de ese concepto, la relación arte/sociedad es una constante y de múltiples formas expresivas. Por lo tanto, podríamos decir que el arte contemporáneo, como concepto institucional, tiene con sus variantes expresivas, visuales, tecnológicas y discursivas, una fuerte impronta en las sociedades en términos reflexivos y de crítica social.
¿Cómo visualiza al arte contemporáneo como motor de conocimiento y cambio en la sociedad actual?
-El arte en sí mismo es un motor de conocimientos, prácticas y síntesis. Inclusive, desde el principio de la cosmología, ciencia y arte estuvieron caminando juntos como búsqueda y cuestionamiento de desarrollo. Aunque en algún momento, por diferentes intereses, se los separó, ahora desde hace un tiempo se vuelven a juntar, aunque aún cuesta reconocerlos dialogando juntos.
EL INTERCAMBIO
FORTALECE AL
CONOCIMIENTO
¿Qué rol juegan las colaboraciones interinstitucionales entre universidades en el desarrollo y promoción del arte contemporáneo?
-Los museos, las galerías, las bienales, las revistas, los libros, las universidades; todo lo que conforma el discurso cultural hace aportes permanentes, y por eso son importantes sus interacciones. Y más aún cuando se trata de ver experiencias diversas, regionales e internacionales. El intercambio permanente de estas instituciones es lo que fortalece los espacios de cultura en el intercambio de conocimientos, se enriquecen mutuamente. Por eso estamos acá, para relacionarnos con la experiencia del Ñande MAC.
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