A partir de este lunes, los viajeros que deseen acceder a los Estados Unidos podrán llegar allí por vía aérea o terrestre, pero la entrada no será totalmente libre. Las autoridades estadounidenses se preparan para controlar el estado de vacunación de los viajeros, la red de contactos más cercana y el porte de pruebas de Covid-19 negativas.
Todos los viajeros adultos deberán estar completamente vacunados antes de embarcar en su vuelo y tendrán que presentar una prueba de Covid-19 negativa de las últimas 72 horas. A los menores de 18 años no se les exigirá la vacuna, pero sí la prueba negativa del virus y para los niños de dos años o menos no habrá ningún requisito en el momento de tomar su vuelo.
Con la crisis de la distribución de vacunas en los países más pobres, el Gobierno de Joe Biden afirmó que permitirá la entrada al país de visitantes internacionales no vacunados “si hay una razón humanitaria o de emergencia”. Para ello, ha creado una lista de unos 50 países en donde tan solo se ha vacunado al 10% de la población. Biden también explicó que estas excepciones se aplicarán de forma “extremadamente restringida” y requerirán la aprobación de los Centros de Control y Prevención de Enfermedades.
Todas las vacunas aprobadas por la Organización Mundial de la Salud (OMS) serán aceptadas por las autoridades estadounidenses: AstraZeneca, Covaxin, Johnson & Johnson, Moderna, Pfizer/BioNTech, Sinopharm y Sinovac. Aunque la OMS está revisando la Sputnik V, actualmente no está permitida la vacuna rusa aunque esté autorizada su aplicación en 70 países.
Como medida de protección ante el virus, los Estados Unidos cerraron sus puertas a los viajeros de China en febrero de 2020. Luego, el 13 de marzo, se diseñaron restricciones para varios países europeos y pocos días después les siguieron Reino Unido e Irlanda, a la vez que se cerraban las fronteras terrestres con Canadá y México.
Muchas familias de ambos lados del Atlántico esperan con impaciencia el reencuentro y aunque desde el verano pasado era posible viajar de los Estados Unidos a Europa, los extranjeros que se encontraban en suelo estadounidense con determinados visados no tenían garantías de poder regresar a sus respectivos países.
Para hacer frente a la afluencia de viajes, las compañías aéreas aumentaron el número de vuelos transatlánticos, incorporando aviones más grandes, ya que el levantamiento de las restricciones también representa un alivio para el sector turístico que estuvo sumido en una crisis económica por las restricciones durante la pandemia del Covid-19.
Las fronteras terrestres se reabrieron para las personas que deseen ingresar desde Canadá y México. También concluye la larga espera desde otras regiones donde aguardaban esta decisión, por ejemplo en la Unión Europea, que abrió sus puertas a los estadounidenses vacunados a comienzos de este verano boreal.
Fuente: Todo noticias