Organizado por el hospital Llano y el Consejo Argentino de Oftalmología, el 1 de diciembre, de 8.30 a 12, se realizará una campaña totalmente gratuita para concientizar, detectar y prevenir la retinopatía diabética.
En diálogo con EL LIBERTADOR, el jefe del servicio de oftalmología del hospital Ángela Llano, Miguel Valdueza, señaló que se harán exámenes de fondo de ojo a los pacientes.
«La retinopatía diabética, es una de las principales causas de ceguera en el mundo» afirmó, a lo que agregó: «El 80 por ciento de los ciegos no tendrían que serlo y entre ese 80 por ciento de personas que llegan a tener ceguera, muchos son diabéticos y por esta causa quedan ciegos. No debería ser así si se hicieran las cosas bien y a tiempo».
Si bien es una estadística a nivel mundial, de la organización Mundial de la Salud, el profesional explicó: «En nuestro medio también se cumple ese 80 por ciento».
En cuanto al estudio, el mismo consiste en: «poner gotas en los ojos a los pacientes, esperar a que dilate la pupila y allí se los mira con una luz y una lupa, un oftalmoscopio. Un oftalmoscopio en directo, que si lo colocamos en la cabeza o con una lámpara de hendidura y una lupa, se le mira el fondo de ojo». Señaló que no es invasivo, rápido y que sólo lleva unos minutos.
¿QUÉ ES?
La retinopatía diabética es una complicación de la diabetes que afecta los ojos. Es causada por el daño a los vasos sanguíneos del tejido sensible a la luz que se encuentra en el fondo del ojo. Al principio, la retinopatía diabética puede no tener síntomas o sólo problemas leves de visión.
La causa es la hiperglucemia crónica no controlada, asociada con frecuencia a la hipertensión arterial. Los factores de riesgo más relevantes son la duración de la diabetes y el mal control metabólico.
Por este motivo, se recomienda que todo paciente con diabetes debe hacerse controles periódicos con un médico oftalmólogo que, de ser posible, cuente con experiencia en esta patología.
La ceguera o disminución severa de la visión se puede prevenir en el 80 por ciento de los casos, cuando el tratamiento se lleva a cabo en el momento adecuado.
La retinopatía se produce en 2 etapas, según los Centros para el Control y la Prevención de las enfermedades (CDC). Se da una etapa temprana en la que las paredes de los vasos sanguíneos de la retina se debilitan y ensanchan formando sacos pequeños. Sólo el profesional de la salud puede detectarlos.
También se desarrolla la etapa avanzada (proliferativa). En esta etapa comienzan a crecer vasos sanguíneos nuevos en la retina. Estos vasos sanguíneos son frágiles y a menudo sangran hacia el cuerpo vítreo del ojo. Si sangran mínimamente, la persona afectada verá unos puntitos oscuros flotando en su campo visual. Si sangran mucho, la sangre puede bloquearle la vista completamente.
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