Graciela Villalba
EL LIBERTADOR
En el corazón del parque Mitre, un antiguo palomar fue reconvertido en un espacio de lectura para grandes y chicos. Con el objetivo de restaurar y modernizar la ciudad, hace 15 años que funciona una biblioteca que abre las puertas diariamente a los vecinos.
Hace muchos años, en el centro del gran parque el edificio octogonal era destinado a la «casa» de las palomas, allí se concentraban las aves porque las personas les daban de comer.
A partir de varias referencias se pudo saber, con el tiempo, las blancas palomitas se fueron convirtiendo en «alimañas» y el lugar se fue descuidando y deteriorando.
A partir de allí se tomó la decisión de dar un cambio drástico al lugar, aunque manteniendo la particular estructura. Según algunas referencias, en 2008 fue refaccionado por el ingeniero Piñeiro.
Es así que el tradicional patrimonio fue cubierto con ventanas, fue restaurado y se convirtió en la biblioteca El Palomar: fue inaugurada el 9 de mayo de 2009 con el objetivo de inculcar desde temprana edad la lectura, a cuidar los libros y disfrutar del esparcimiento.
En diálogo con EL LIBERTADOR, la encargada del lugar, la bibliotecaria Hilda Bedrán explicó que allí se pueden encontrar libros de diferentes temáticas, y se encuentra abierto al público de lunes a viernes de 8 a 20 y sábados, domingos y feriados de 8 a 18 .
Las personas que lleguen al espacio podrán elegir títulos para todos los niveles educativos, ya sea infantiles, para adolescentes y hasta universitarios. Entre los textos principales, se encuentran ejemplares de cuentos, leyendas, además de novelas, revistas científicas, entre otros.
DETALLES
«Se acerca gran cantidad de niños con sus familias», sostuvo la encargada. En tanto que el lugar genera un clima de tranquilidad, bienestar, con la comodidad de mesas y sillas para quedar allí y tomarse unos minutos de lectura.
Explicó que funciona a partir de la donación de las personas, por lo que ellos reciben la bibliografía y se encarga de rotularlo y acomodarlo.
«Las personas vienen, eligen el libro que desean y se quedan a disfrutarlo. También en algunos casos prestamos para que se lleven hasta afuera, para la lectura en el parque. Por ahora no prestamos para que lo lleven a la casa», aclaró.
Rienda suelta a la imaginación en el mítico sitio correntino lleno de memoria
Hace una década y media los correntinos tienen un espacio para la lectura, la imaginación, la creatividad. En un ambiente cuidado, recreado y con la singularidad de ser un lugar cerrado en medio de un gran pulmón verde.
Los más beneficiados son los niños, con amplio abanico de cuentos, animaciones, juegos y hasta se encuentra disponibles lápices de colores para aquellos que prefieran pintar.
«También tenemos juego de ajedrez que es muy requerido por los más chicos», indicó la bibliotecaria Hilda Bedrán.
Entre la amplia variedad también hay ediciones religiosas, de historia, geografía, biología, autores reconocidos internacionales, nacionales y locales. Señaló que hay mucha concurrencia y sobre todo fue un sitio elegido en estas vacaciones de invierno, con la asistencia de los más pequeños.
Vale destacar que la biblioteca El Palomar abre sus puertas de lunes a viernes de 8 a 20 y sábados, domingos y feriados de 8 a 18, con el acceso libre y gratuito.
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