Por Noelia Irene Barrios
EL LIBERTADOR
Los pobladores más antiguos de Riachuelo cuentan una historia un tanto escalofriante para explicar la extraña ubicación de un árbol en un cruce de caminos de esa localidad. Nadie sabe desde hace cuánto está ahí, pero tampoco se atreven a cortarlo. Dicen que está maldito, que algunas noches se ven cosas inexplicables y que con sólo tocarlo pueden ser víctimas de algo malo. Un grupo de aficionados fue hasta allí y rescató esta leyenda popular sobre el imponente ejemplar.
El temido y respetado árbol se encuentra sobre el antiguo camino que lleva al paraje San Judas Tadeo, cerca de las ex vías del tren, en el cruce con la calle Ingeniero José Timar. «Nos enteramos de esta historia por una búsqueda en Internet y resulta que mi suegra la conocía porque ella y mi novia vivieron dos años ahí», explicó a EL LIBERTADOR, Agustín Ríos, uno de los creadores de la página Corrientes Paranormal en Facebook.
«Comenzamos a investigar sobre el tema y así supimos que la gente de la zona cuenta que a la noche se ven luces extrañas, como fuego en la base del árbol y hay veces en que se puede ver la figura de una persona colgada ahí. Todo eso nos contaron, así que decidimos ir a conocerlo y contar la historia», agregó.
Agustín compartió un video en el que se ve al ejemplar y consultado sobre lo que observó relató: «Nos dijeron que la gente usa ese árbol para hacer brujerías o payé y yo vi los restos de velas rojas y huesos en un hueco en la base».
DESCONOCIDO
El joven también explicó que no hay registro de la edad aproximada del ejemplar. «Hay personas que nos dijeron que hubo varios casos de suicidio en ese lugar. Por eso, algunas noches se ven las figuras colgando de las ramas», agregó.
«Un señor que vive ahí cerca habló con nosotros y nos dijo que una vez se le hizo tarde cuando volvía del trabajo. Que le tocó pasar por cerca del árbol a la madrugada y que se le hizo ver que la base se prendía fuego. Cuando se fue acercando para ver mejor, las llamas se fueron haciendo más pequeñas y cuando llegó a la base no vio nada. Era como si le hubieran tirado agua, nos dijo. Pero no había nadie», relató Agustín de su recorrido por el lugar.
«Otras personas coincidieron en decirnos que no lo toquemos. Nos avisaron que, si alguien toca al árbol, la maldición se le pasa y le pueden ocurrir cosas malas. Esto explica que los autos que pasan por ahí lo rodean y que los trabajadores municipales que algunas veces tuvieron la tarea de quitarlo del camino, desistieron por miedo», dijo.
Riachuelo fue declarado municipio el 28 de septiembre de 1940. Agustín cree que el árbol estaba desde antes. «Si uno se fija, en el logo municipal hay un árbol y no se sabe por qué», cerró.
Una página para difundir todo tipo de relatos y experiencias
Corrientes Paranormal es una página de Facebook administrada por Agustín, su novia, su suegra y su cuñada. La crearon hace cinco años con un objetivo claro: difundir las historias, leyendas y experiencias de la gente de Corrientes para el mundo. «Nosotros veíamos que hay muchos sitios en Internet donde cuentan los relatos de otros lugares y decidimos hacer lo propio, pero valorizando lo que pasa acá», explicó.
En la página van rescatando esas historias y las refuerzan con los testimonios de otras personas que puedan aportar más datos, que hayan pasado por cosas similares. «Esto es abierto a quien tenga ganas de explicar. Siempre tenemos algún conocido o conocida a la que le pasaron cosas extrañas, pero por lo general se tiene como vergüenza de contarlo. Bueno, nosotros tratamos de que eso no se pierda», agregó.
Agustín comentó que todo lo hacen a pulmón. «Todos tenemos nuestros trabajos y esto lo vamos haciendo con mucho esfuerzo en la medida en que podemos. Nuestra idea es poder ir hasta cada lugar donde hay una historia y hablar con los protagonistas. En nuestro caso, lo tomamos como algo serio y eso lleva tiempo por si hay que coordinar un viaje o incluso buscar el equipo especial», detalló.
Adelantó, por ejemplo, que están preparando una visita a una plaza de la Capital donde varias personas vieron a una mujer de blanco. «Tenemos planeado contactarla y todo eso lo vamos a estar compartiendo. Y, a quién nos quiera contar sus historias, que nos hablen al Facebook, nosotros estamos para escuchar. Que alguien no crea, no significa que no existan», invitó.