La muerte de un niño de doce años conmocionó a la comunidad educativa de la escuela técnica Bernardino Rivadavia de la Capital. Ayer en la mañana, tras tomar conocimiento del lamentable hecho, en la institución decidieron suspender las actividades de la jornada, por luto. Sin embargo, el hecho de que había alumnos en clase cuando informaron que iban a cerrar las puertas del establecimiento, se generó un cruce de datos que derivó en la confusión de los tutores.
La desinformación y los trascendidos fueron tales que, en las puertas del establecimiento, tal como pudo confirmar EL LIBERTADOR, había tutores alarmados por el rumor de que la muerte del niño se produjo dentro de la escuela. Ante esto, la rectora Griselda Morales, tuvo que salir a desmentir y aclarar que fue lo que pasó. «Estamos todos muy consternados por la noticia, esta mañana vino la tutora, la mamá del chico, nos informó que anoche ellos fueron a misa y cuando volvieron (a su hogar) lo encontraron sin vida», sostuvo en diálogo con la prensa.
En cuanto al deceso del niño, se produjo la noche del jueves, en una vivienda del barrio Juan XXIII y la Policía realizó las actuaciones del caso.
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