Ceferino Flynn es un correntino que vive desde el 2015 junto con su pareja en Australia. Hace pocos días ganó un Premio Grammy por un álbum que masterizó.
“Cefe”, como le dicen sus conocidos, habló con EL LIBERTADOR y comentó sobre cómo llegó a vivir en el país oceánico y cuáles son sus costumbres y beneficios.
“Me fui de Corrientes cuando terminé la secundaria, cuando tenía 18 o 19 años”, expresó Cefe, quien fue hasta Buenos Aires para estudiar. “Luego, me fui Irlanda donde empecé a meterme con esto del tema de la música y ahí estudié Ingeniería del Sonido”, agregó sobre los estudios que, años después, le harían ganar uno de los mayores reconocimientos de la industrial musical.
LA VIDA EN AUSTRALIA
Ceferino explicó que en Irlanda conoció a su pareja, quien es australiana y, varios años después, decidieron mudarse al país oceánico. Sin embargo, expresó que vuelve a su provincia cada vez que puede. “Estuvimos el año pasado, visitando a la familia y para el casamiento de un amigo. Si me preguntás, antes de decir argentino, digo que soy correntino”, dijo.
En cuanto al estilo de vida en Australia, Ceferino destacó que “hay mucha seguridad y estabilidad». “Es como un país soñado, la distribución económica es muy pareja, por lo que no hay esa diferencia de clases, entonces eso evita que haya robos o problemas de violencia”, explicó.
Cefe menciona que las oportunidades en Australia “son distintas”: “Uno viene a trabajar acá y no importa de qué porque el nivel económico que te da ya te sirve para mantenerte, ahorrar un poco y hasta irte de vacaciones”.
LO DIFERENTE
Por otro lado, el correntino mencionó que lo que más extraña de su país es “la forma de juntarse”. “Eso de verse todas las semanas con amigos y familia y charlar informalmente”, agregó.
“Acá en Australia para juntarte tenés que organizarte dos o tres semanas con anticipación, poner fecha, horario, lugar. La gran diferencia es ahí, en el contacto humano, eso se extraña”, comentó.
En cuanto a productos que suelen consumir los argentinos, Ceferino reconoció que “hay muchos que se consiguen, como dulces, alfajores y demás, pero no marcas particulares”. “Lo diferente es la comida, acá no hay la panadería que hay en Argentina y no te imaginás lo que extraño al chipá”, expresó,
Sobre la yerba, el producto más consumido por los argentinos, dijo que se consigue, pero “que es cara”. “Siempre que voy a Argentina me traigo una buena reserva”, relató y explicó que un paquete de kilo en Australia cuesta 16 dólares.
Sin embargo, reconoció que “nadie se prende” con el mate. “Me miran tomando y hasta me preguntan si es droga, entonces les explico que es como un té que se puede tomar en grupo y se comparte. Lo probaron, pero nadie se prendió como para tener su propio equipo de mate”, agregó.
EL GRAMMY
El pasado domingo 4 se realizó la 66° edición de los Premios Grammy, en el que el álbum “All my love for you” de Bobby Rush, fue elegido como el “Mejor álbum de blues tradicional”. En esa producción, Ceferino fue el encargado de la masterización.
“Yo trabajo desde hace varios años con un productor de Estados Unidos, siempre que tiene un álbum me lo manda a mí, pero cuando surgió esta posibilidad, me dijo que esto era especial para él, que tenía una carga emocional”, reveló.
“Bobby Rush es un blusero de larga trayectoria, con más de 50 años en la industria y ya con 3 Grammys en su haber”, comentó y dijo que, tras trabajar en el álbum, quedaron “contento por cómo quedó”.
Cefe mencionó que a finales de año recibieron la comunicación sobre la nominación para los premios. Semanas después, en la ceremonia de Los Ángeles, el álbum en el que participó el correntino se llevó el galardón en su categoría.
“Esto fue tremendo, hay gente que trabaja en esta área toda su vida y no recibe este premio. Yo estoy hace 10 años dedicándome a esto y es una super alegría”, agregó.
La masterización, según explica Cefe, “es la etapa final de un álbum”. “Trabajo con productores o ingenieros de mezcla y ellos antes de sacar ese álbum, me lo mandan a mi, hago cambios, le doy retoques, hago que suene como un pulido final al sonido, mejorar su calidad de lo que me mandan y controlar que lo que se esté por sacar esté en condiciones, libre de errores, que suene”, explicó.
Ahora, con la alegría encima, el correntino que vive a 14 mil kilómetros de su tierra natal, solo espera que le llegue el Grammy.