El Viceintendente capitalino enumeró las políticas aplicadas en las dos gestiones comunales, donde la revolución tecnológica y el cambio climático motivaron acciones concretas.
04-POLITICA-2Inmerso en las obligaciones diarias que le impone su función como viceintendente capitalino, Emilio Lanari dialogó con EL LIBERTADOR y se refirió a diferentes proyecciones y concreciones en estos siete años de gestión municipal, con Eduardo Tassano liderando el Ejecutivo comunal.
A continuación, la amena charla con el dirigente de Encuentro Liberal (ELI).
Un año movido electoralmente y una administración que se va despidiendo en la ciudad. ¿Qué balance hace?
-Bueno, creo que lo más lindo es decir que cumplimos 7 años de gestión y la verdad que somos la primera dupla reelecta, quiere decir que de un arranque muy difícil, donde no contábamos con nada, pusimos la ciudad en movimiento y trabajando con el Gobierno provincial. Después de mucho tiempo se olvidaron las peleas entre Provincia y Municipio, se logró poner a Corrientes en la situación donde estaba. Una ciudad que hoy tiene una apertura para el turismo muy importante, que ha embellecido no solamente la Costanera, sino todos los barrios, donde hemos trabajado en lo que tiene que ver con modernización, y eso hay que agradecerle a que el Gabinete con el cual comenzamos, un Gabinete muy joven, nos aportó la juventud, el conocimiento de la tecnología, de lo que viene, de la Inteligencia Artificial, de todo lo que tiene que ver con modernización e inclusión, y permitió que esas ideas clásicas de lo que es la Municipalidad, tuvieran una apertura muy importante, que es introducir a Corrientes en el siglo XXI.
¿Se habían encontrado con una ciudad avejentada?
-Nosotros nos habíamos encontrado con una ciudad que no estaba preparada para el siglo XXI. Faltaba conectividad, faltaba realmente poder tener Internet. Una ciudad que no estaba preparada para el cambio climático. Creo que la gestión del ingeniero Fabián Ríos termina perdiendo por eso, fue una de las causas. Donde hemos trabajado intensamente en el Plan Hídrico, con obras realmente muy importantes. Una a cargo de nosotros, que la gente ya se olvida, que es el socavón de la avenida Romero, que fue durante años un impedimento para el tránsito fluido de la ciudad. Y el otro, que también había aparecido antes en la gestión, el de la avenida Frondizi, que lo solucionó el Gobierno. Hemos además limpiado y trabajado en cada uno de los desagües. Teníamos planificado grandes obras de dificilísima implementación y costo. Y con tareas como la limpieza de cada uno de los ductos, hemos dejado una ciudad preparada para el cambio climático. Preparada no significa que estemos libres de la posibilidad de catástrofes, de inundaciones, de incendios, de lluvias masivas, como fue el 7 de marzo del año pasado. Lo tenemos grabado porque sabemos los puntos débiles. Vamos a dejar al próximo gobierno una ciudad planificada, donde van a encontrar todo lo que necesiten para el manejo hídrico, para el manejo de lo que tienen que hacer con la iluminación, para dónde tienen que ir las plazas, dónde nos va a faltar lo que nos faltó y esto últimos va a estar en manos del próximo gobierno. Creo que eso es muy importante porque nosotros no lo recibimos.
¿Quedan deudas pendientes con el tránsito y el transporte público?
-Creo que estás tocando dos temas que son sumamente complejos. Hay que decirlo, digamos, la circulación de camiones. Hoy vos vas a tener una avenida Garay ensanchada, una avenida Igarzábal terminada que te va a permitir una conectividad a través de Alta Gracia y Maipú directo, evitando que el flujo de los camiones pase por el centro. Vas a tener una avenida como lo que tiene que ver Santa Catalina que ya está terminada y la Nini Flores en el barrio Santa Catalina, que te va a permitir un accionar totalmente distinto. Vas a tener un ingreso o un barrio muchas veces abandonado, como el barrio Esperanza, un ingreso espectacular, donde vas a tener que mejorar, te va a obligar a mejorar el servicio de la conectividad. Y la falta de conectividad en los barrios más alejados hace que en Corrientes hoy mucha gente pierda mucho tiempo. Hay lugares donde hemos puesto cosas nuevas, por ejemplo, 5 veces luces, creo que pusimos 4, no sé si llegamos a la quinta. En plaza Mamá, lo mismo, ponemos luces, nos roban los cables, nos roban las luces. Si los vecinos no colaboran y no se empoderan en cada uno de esos lugares, seguirán los problemas. Y la otra oportunidad que hemos abierto, que a través del Unibot, el 147, es de escuchar los reclamos de los vecinos en forma permanente. Entonces, hemos abierto vías de comunicación, hemos abierto las posibilidades de que la gente elija qué hacer. Por ejemplo, la plantación de árboles se realizó a través de un programa de OGP, un programa de gobierno abierto, donde los vecinos eligieron qué hacemos, apostamos a los viveros, apostamos al arbolado. Así que yo creo que hemos dejado una ciudad mirando al futuro y sin abandonar lo clásico, porque el correntino es clásico.