Por Gabriel Alejandro Romero*
Tener unos cuantos años a veces te juega en contra.
En ocasiones, sin embargo, ayuda a detectar actitudes que lamentablemente se repiten.
Una de ellas -de la política tradicional-, es hacerse soberanamente el tonto con todo aquello que «no me conviene», aún cuando la responsabilidad en esos hechos es clarísima e inobjetable.
Por ejemplo la actitud de las y los macristas cuyo líder y ex presidente, Mauricio Macri, que nos dejó ayer nomás el plano económico regado de dificultades, sobre todo por la enorme deuda externa contraída con el Fondo Monetario Internacional. También la del actual Presidente, su Vice, el Gobierno nacional y amplios sectores del peronismo que lo apoyan, que en vez de repudiar dicha deuda odiosa, contraída con fines solo electorales, la fueron pagando en los vencimientos, la acordaron y aprobaron legalmente.
Juegan, indudablemente, con los olvidos y la falta de una información pública, abundante, seria y objetiva en beneficio del pueblo.
También con ayuda de los multimedios en el dilema permanente de que sólo se puede optar entre «Guatemala» y «Guatepeor».
Otro ejemplo es el clásico de la reivindicación de los trenes y su papel estratégico en el desenvolvimiento integrado de la producción y traslado de personas, económico y seguro del país. Y sin embargo los peronismos varios no se dedican a exhumar las responsabilidades que le caben por haber apoyado el super corrupto e inmoral desguace del ferrocarril a manos del gobierno de Menem que supieron sostener y bancar.
Otro tanto, la privatización de YPF, y de decenas de empresas públicas.
Sin embargo, confieso que cierta sorpresa me asalta en la zaga de «olvidos interesados» cuando escucho a Cristina Fernández de Kirchner el viernes, actual vicepresidenta de la Nación, reconociendo los múltiples problemas que sufren las mayorías en la Argentina pero desde un lugar insólito de ajenidad con el gobierno de Alberto Fernández, que es el fruto de su decisión personal.
Va a ser dificil para el país, y las y los argentinos, transitar un camino que nos lleve de vuelta a la alegría de la que nos habló ese día CFK.
Lo que es seguro es que será mucho más difícil distorsionando los hechos o huyendo de responsabilidades políticas innegables.
Tal vez en este tipo de conductas irritantes es que se funda la enorme distancia de un caudal importante de la sociedad, entre 30 y 40 por ciento, que ya no está cerrada con ningún lado de la grieta, esperando más y mejores opciones.
Desde Libres del Sur, con nuestro candidato a presidente, Jesús Escobar, ya lanzado y recorriendo el país, vamos al encuentro de esas inquietudes. Con responsabilidad y asumiendo las cosas como son.
- Presidente de Libres del Sur Corrientes.
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