A casi tres meses del feroz ataque a balazos y a puñaladas a la oficial de Policía Bárbara Romero (28), por parte de su ex pareja, la joven sigue hospitalizada, en terapia intensiva, y ya respira por si sola. Esta mejoría le permitirá ingresar nuevamente al quirófano para enfrentar quizá la más importante de las intervenciones quirúrgicas. Lo informó a EL LIBERTADOR el director del hospital Escuela, doctor José Romero.
“Sigue en terapia, está respirando sin respirador. Estamos esperando que esté en condiciones para que pueda entrar a la cirugía de estabilización de la columna y después una pequeña toilette (limpieza quirúrgica) también”, detalló el médico.
Destacó Romero, que la joven, “está ya sin respirador, ya se comunica con la madre un poco más, lo que le permite una traqueotomía”.
El médico explicó que la joven “tiene comprometida la columna” y que ésta intervención será la más importante que le toque afrontar. Resulta oportuno recordar que Bárbara Romero recibió al menos tres disparos de arma de fuego, uno de ellos de ellos afectó su columna, otro impactó cerca del corazón y el tercero dio en el hígado, en la mañana del 13 de abril.
Durante éstos meses de internación la joven peleó por su vida, superó varias intervenciones y se espera que después de la cirugía de estabilización de la columna pueda pasar a sala y luego recibir el alta médica.
Mientras, el agresor, David Medina, continua detenido, imputado por «homicidio calificado por el uso de arma de fuego», por la muerte de su compañero Alfredo Molina (hijo del actual jefe de la Policía de Corriente, comisario general Arnaldo Molina) y en el caso de Bárbara Romero, acusado por «homicidio en grado de tentativa calificado por el vínculo, por el contexto de violencia de género y por el uso de arma de fuego”.
La causa está a cargo de la Ufic (Unidad Fiscal de Investigaciones Concretas) de Capital, encabezada por Lucrecia Troia Quirch.
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