Cuando finalice la discusión en torno a la Ley de Bases, que hace meses acapara el grueso de las negociaciones entre el Gobierno y la oposición y que entrará esta semana en sus fases finales del debate parlamentario, la Casa Rosada intentará avanzar con la incorporación de la boleta única de papel, una iniciativa que ya tiene media sanción de la Cámara baja y que, los estrategas políticos de La Libertad Avanza consideran «prioritaria» para el proyecto electoral de Javier Milei.
El hecho trae a mención el amplio consenso que tiene en Corrientes el pedido de renovación del sistema electoral, cuestionado por gran parte de la ciudadanía y exigido por casi todo el arco político.
Con la celebración de dos foros a lleno total, la provincia ha puesto sobre el tapete un tema que despierta interés en toda la región, elevando el nivel del debate con disertaciones de variados especialistas en la materia.
TIEMPOS
«Es un tema muy importante, prioritario», aseguró a Infobae una alta fuente oficial del Gobierno nacional que supervisa la agenda del oficialismo, abocada en estos días a las negociaciones por la Ley de Bases y el paquete fiscal que la Casa Rosada quiere tener aprobados en las próximas semanas, antes de la convocatoria al simbólico Pacto de Mayo.
El proyecto había sido impulsado en 2022, durante el kirchnerismo, por la diputada Silvia Lospennato, que trabajó junto a Emilio Monzó y un grupo de diputados hasta lograr la media sanción. Para eso, incorporaron el modelo cordobés, en el caso de la validación de los votos, y el santafesino, para los votos en blanco, y se garantizaron el acompañamiento de legisladores de ambas provincias.
El Gobierno quiere aprovechar esa media sanción de Diputados del proyecto que tuvo su génesis en el despacho de Lospennato para volver a impulsarlo en el Senado una vez que se terminen las negociaciones por la Ley de Bases, a pesar del riesgo que ofrezca, en ese contexto, el nuevo escenario político que quede al descubierto cuando baje la espuma y se reorganicen los diferentes espacios, atravesados por una serie de internas acumuladas, relacionadas con el posicionamiento público y privado, con el oficialismo.
Es que, para el Gobierno, se trata de un tema relevante en su proyecto de mediano y largo plazo que, además, colabora con la construcción del relato cotidiano, en este caso por la impresión de boletas, uno de los rubros más costosos en el proceso electoral. En las elecciones del año pasado, el aporte del Estado concentró el 15 por ciento del presupuesto total. En 2021 había sido del 11 por ciento.
Para el oficialismo nacional la implementación de la boleta única adquiere además una creciente importancia de cara a 2025 en el proyecto de Milei de engrosar los bloques libertarios en el Senado y en Diputados, para tratar de darle impulso a sus «miles» de reformas, porque impacta de lleno no sólo en un rubro costoso como el de la impresión de boletas si no en la fiscalización, cuya logística se lleva buena parte del financiamiento negro de las campañas. El año pasado, estuvo a cargo de Karina Milei. El PRO debió lidiar con ella y los dirigentes dedicados a esa rama que tuvo fuertes chispazos internos.
.