Corrientes fue bendecida por su geografía y posee uno de los lugares que atrae al turismo mundial, un potencial con un patrimonio incalculable y que es una fuente de riqueza para nuestra provincia. Pero, paradójicamente, hoy sus caminos son intransitables, las postales de autos empantanados y caminos en condiciones deplorables inundan las redes.
Si pensamos que podemos ofrecer un destino turístico, el acceso es fundamental, además vemos que permanentemente aparece en infinitas presentaciones oficiales de distintos ámbitos hablando de los esteros del Iberá. Por ello, ¿Cómo hoy se puede ingresar al mismo? se preguntan muchos lugareños, o sólo queda vedado para unos pocos y justamente son los propietarios de las cabañas, de los circuitos de excursión y unos pocos más.
Desde hace 8 meses que las rutas al Norte están cortadas, por ello sus vecinos invitan al Gobernador, Vice, el Encargado de obras públicas de la Provincia, de Vialidad Provincial, el Ministro de Turismo, de Salud de la Provincia, y todos los senadores, diputados y personas que tengan algo que ver con el estado de la ruta, acompañen algún día de enero o febrero a recorrer uno de los accesos, el que prefieran, con su vehículo particular e ingresar a los esteros.
Antes de salir del pueblo o al querer regresar, uno debe estar especulando con el pronóstico del tiempo, consultando el estado de los caminos, evaluar si toma la opción de tardar 3 horas y 30 minutos en recorrer los 160 kilómetros a Virasoro o la de 5 horas, pero con menor riesgo por la ruta 114 o la opción de 7 horas dando la vuelta por Mercedes.
Puede ser con un vehículo particular, como lo hacen los docentes, trabajadores rurales, vecinos pellegrineros, transportistas y tomar el tiempo de ver y vivir lo que es recorrer la famosa ruta 40 y 41. La ruta que conecta un pueblo turístico estrella de la provincia, visitado por gente de todas partes del país y mundo, en su trayecto de ida o vuelta a las Cataratas del Iguazú. Ruta usada por el área agrícola ganadera, pero sobre todo por la ambulancia para sacar pacientes de urgencia. ¡Uno no se puede ni imaginar lo que debe ser viajar dolorido con esos pozos!
Los lugareños invitan, a quienes hoy tienen un cargo, y que el pueblo votó, a que se ocupen del tema, que ellos le ponen garra para seguir adelante, para trabajar, para atender a los turistas mejorando continuamente la calidad de los servicios, que vean la energía positiva que tiene el pueblo, pero lo desgastante que es movilizarse.
No es posible que, para recorrer 160 kilómetros se deba hacer en 7 horas, y no sólo en este momento que hay intensas lluvias, sino ya viene desde hace tiempo, cada vez que llueve.