El subdirector de Defensa Civil y coordinador del Comando Operativo de Emergencias (COE), Bruno Lovinson confirmó que este miércoles pudieron controlar el fuego que desde el lunes afectó unas 300 hectáreas en Villa Olivari, alcanzando plantaciones de pino, eucalipto y campos. «Mantenemos control con una guardia de cenizas cuidando los perímetros por si hay rebrotes de fuego», indicó.
Tal como lo había informado EL LIBERTADOR en su edición anterior, la lluvia caída en la localidad ayudó a disipar las llamas y fuentes cercanas habían anticipado que el fuego estaba bajo control.
Lovinson señaló en su reporte, que las llamas se lograron controlar con un intenso trabajo de la Brigada de Incendios Forestales (Brif) de la Provincia con apoyo de la Policía de Corrientes y Gendarmería Nacional, más los cuarteles de Bomberos Voluntarios de Villa Olivari, Paso de la Patria, Virasoro, Ituzaingó, Loreto, Tatacuá, Mercedes, Itá Ibaté y de Berón de Astrada.
Debieron intervenir en el operativo dos aviones hidrantes, 16 camionetas autobombas y alrededor de 80 operarios en la lucha contra ese foco de incendio de grandes dimensiones.
El miércoles, el gobernador, Gustavo Valdés supervisó de cerca el trabajo y desde la Provincia se insiste en la prohibición de prender fuego. Cabe recordar que las multas van de 30 a 300 mil pesos para quienes causen incendios.
Ayer, se registraron 4 focos ígneos en el territorio provincial, según el informe diario del COE. Se sitúan en las zonas de Lomas de González, Ituzaingó, Concepción y Carlos Pellegrini.
El Portal Carambola, cerrado
La Dirección de Parques y Reservas de la Provincia de Corrientes informó que a partir de ayer, y hasta nuevo aviso, se suspenden las actividades dentro del Portal Carambola, ubicado en la localidad de Concepción del Yaguareté Corá, por la presencia de un foco de incendio en las cercanías.
El 19 de diciembre del año pasado, desde el organismo provincial ya se había determinado la restricción de las actividades acuáticas a motor en este portal. La medida se tomó debido a los preocupantes niveles de bajante del agua, y el peligro que conllevaba para la conservación del espacio natural. La única actividad permitida era paseo en kayak.
EL LIBERTADOR estuvo en este portal el sábado 17 de diciembre, cuando los prestadores turísticos del servicio de lanchas realizaban sus últimos paseos de una temporada de verano que se presentía desalentadora. «Nunca se vio una sequía así, todos lo dicen», afirmó el guía Jorge Ávalos de la empresa Iberá Guazú en esa oportunidad.
También señaló que el cierre de estas actividades perjudica a los emprendedores que se dedican a la prestación del servicio de excursiones.
Contó que el verano pasado, el paisaje arrasado por las llamas causó la tristeza de estos emprendedores fieles al espíritu conservacionista del Parque Iberá, y pronosticó que esta temporada iba ser igual o peor porque los focos persisten, a partir de la basura que provoca un «efecto lupa» de los rayos solares sobre los pastizales que -al estar tan secos- son altamente inflamables o las quemas intencionales que se inician pese a estar prohibidas.
Su triste pronóstico se cumplió.
.