El Museo del Pueblo Peregrino, en los diez años desde la constitución de su comisión como una organización sin fines de lucro, se fue trasladando por distintos puntos de la ciudad con aperturas esporádicas, como una colección itinerante de reliquias e historias locales. Pero no fue así por afán, sino por la imposibilidad de conseguir un respaldo estatal para tener un emplazamiento fijo.
En septiembre del año pasado, una de las referentes, Alena Kruzolek contó a EL LIBERTADOR que habían conseguido alquilar un edificio en vísperas de su apertura oficial. «Hicimos el contrato a mi nombre por dos años, así que por ese tiempo seguro tendremos el museo acá. Seguimos buscando lugar, uno definitivo, y vamos a intentar gestionar con el Gobierno provincial, porque con la Municipalidad ahora todavía no lo conseguimos», fueron sus palabras entonces.
A un año de esa buena nueva, el museo se enfrenta a la posibilidad de un cierre de sus puertas. La desazón volvió a estos ‘guardianes de la historia local’ que, para revertir tan triste desenlace, iniciaron una campaña a través de redes sociales, con la participación de referentes culturales, grupos de estudiantes, entre otros.
REVALORIZAR
«Es una campaña de concientización para que la gente entienda la importancia que tiene el museo», explicó otro de los referentes, Nahuel Ramirez a EL LIBERTADOR, quien se refirió a este pedido de un edificio propio como «un sueño y una lucha», a la que también se sumarán sanluiseños que debieron emigrar y siguen con su corazón arraigado en el pueblo.
En el video apertura de esta cruzada cultural, Kruzolek explicó el origen de este museo. «Surgió de la voluntad, de la necesidad, del sueño y del esfuerzo de un grupo de sanluiseños que querían tener un espacio donde guardar sus reliquias históricas. Teníamos un museo, pero no una casa propia», relató.
«En este momento estamos trabajando en un lugar alquilado y solventado por la generosa colaboración de los socios y de numerosas personas», explicó.
Y afirmó: Necesitamos el apoyo de las autoridades locales y provinciales, de instituciones que se dedican a trabajar por la cultura, museólogos, de historiadores y de profesores, para concretar y llegar al objetivo de tener nuestra casa propia».
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