En una entrevista con EL LIBERTADOR, la doctora en Recursos Naturales e investigadora de la Estación Experimental Agropecuaria del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (Inta) Corrientes, Carolina Fernández López explicó que la intensidad del fenómeno El Niño «se empezó a notar en las proximidades de la Natividad».
«Es un fenómeno estacional que dura varios meses seguidos. Para calificarlo como El Niño/Oscilación del Sur (Enos), el índice debe mantenerse por sobre el umbral al menos cinco períodos consecutivos, son períodos de tres meses superpuestos», continuó.
«El episodio de El Niño que estamos atravesando comenzó en el periodo abril-junio de 2023 y todavía continúa con fuerza siete temporadas después», apuntó la investigadora, quien también se desempeña como Observadora Meteorológica de Superficie.
«Considerando que El Niño es un sistema acoplado, o sea, que se suma a la circulación atmosférica sobre el mar, la intensidad en este caso al principio fue más débil, según lo que se estimaría si sólo se consideraba la temperatura del océano», acotó.
También se presentó una interferencia del sistema de la oscilación de Madden-Julian, la cual «en algunos momentos se superpone con El Niño y se intensifican las condiciones temporalmente en la región, según sea el patrón que se está manifestando».
ANTECEDENTES
Haciendo un poco de repaso histórico del fenómeno, recordó que en el período 2018-2019, El Niño duró desde agosto-octubre hasta mayo-julio, con valores más bajos que los actuales.
«En 2015-2016 se dieron mediciones semejantes a las actuales en la región de El Niño, que en Argentina no se manifestaron tanto, porque hubo otros sistemas climáticos que lo enmascararon», señaló.
Y añadió que «en 1997-98 se dio un período similar que demoró hasta la temporada abril-junio del ’98».
«Para esta temporada es muy probable que el niño esté cerca de su fuerza máxima y que continúe durante los próximos meses, llegando hasta abril-junio. Se va a ir debilitando gradualmente», aclaró.
Estos datos se encuentran disponibles en la página oficial de la Oficina Nacional de Administración Oceánica y Atmosférica (Noaa) de Estados Unidos.
INTENSIDAD
«Recordando lo que estudiamos cuando vemos la historia del clima, decimos que El Niño no ocurre siempre con la misma intensidad, ni tampoco con la misma periodicidad exacta, puede variar por lo general entre cuatro y ocho años», precisó.
A partir de un análisis de los últimos años, señaló que los fenómenos de los años 1972-73, 1982-83, 1986-87 y 1997-98 fueron los más notables, a lo que agregó que «no quiere decir efectivamente que se haya cambiado el patrón que estudiamos regularmente».
Explicó que, según el informe preliminar emitido por el Servicio Meteorológico Nacional respecto al estado del Enos, en Argentina se favorecieron lluvias por sobre el promedio histórico en el Noreste del país, durante los primeros meses de la primavera.
«Actualmente las condiciones se corresponden con un El Niño moderado», apuntó.
NIVEL LOCAL
«En la Experimental Corrientes, ubicada en el Sombrero, desde septiembre a diciembre de 2023 registramos lluvias acumuladas mensuales que superaron a las medias históricas», especificó.
Respecto a las temperaturas, que es el otro parámetro donde se manifiesta la actividad de El Niño, comentó que «en la Experimental Corrientes, registramos valores significativamente superiores desde junio de 2023, siendo agosto el mes de mayor diferencia, donde el promedio superó en más de cuatro grados a las medias históricas de referencia».
«El Servicio Meteorológico Nacional en su informe destaca que agosto marcó el décimo mes consecutivos con temperaturas medias sobre lo normal a nivel país, hecho nunca antes visto», enfatizó.
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