El Santo Padre, reapareció en público este domingo, tras recibir el alta médica luego de cinco semanas internado en el hospital Gemelli de Roma por una neumonía bilateral. Francisco se asomó en silla de ruedas y saludó desde un balcón del quinto piso del centro de salud, con un «¡Gracias a todos!», para luego retirarse del lugar en un vehículo, rumbo a su residencia en el Vaticano.
A Francisco (88) se lo vio algo cansado y asistido por una cánula nasal a través de la cual recibe oxígeno. Fue dado de alta sobre el mediodía italiano, aunque sus médicos indicaron que la recuperación demandará al menos dos meses y que, durante ese tiempo, no podrá retomar su agenda habitual. «La voz tardará en volver a ser la misma», advirtió el doctor Sergio Alfieri, quien lo atendió durante su internación de 37 días.
Durante el Ángelus dominical, leído en su nombre, Francisco se manifestó «entristecido por la reanudación del bombardeo israelí sobre Gaza» y reclamó su «fin inmediato». Desde el 9 de febrero, el Papa no encabeza personalmente la oración dominical, lo que constituye un hecho inédito desde su asunción.
La prolongada internación reavivó las preocupaciones sobre su salud, sobre todo por tratarse de un paciente que ya había perdido parte de un pulmón en su juventud. Según sus médicos, Francisco enfrentó dos momentos críticos durante la hospitalización, uno de ellos con vómitos y dificultades respiratorias agudas. «Nunca fue intubado y siempre estuvo consciente», aseguraron.
Desde el Vaticano aún no confirman si podrá participar de las celebraciones de Semana Santa, aunque señalaron que se irán evaluando sus intervenciones públicas de acuerdo con su evolución médica.
Con datos de NA
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