Javier Milei, con un pie en el avión para su viaje a Davos, advirtió al Congreso que, si no aprueba la ley ómnibus de reformas, «el ajuste será mayor» y volvió a plantear que el déficit cero no es negociable.
Reforzando la presión sobre los legisladores que debaten acerca de la ley ómnibus, el presidente advirtió al Congreso que «o se ponen los pantalones largos para que los argentinos estén mejor, o el mercado nos pasa la factura».
«Nosotros de ninguna manera vamos a habilitar políticas que generen un desastre, por lo tanto la austeridad es no negociable. Y los daños que sufra la población, en profundidad y en tiempo, están del lado del Congreso. En sí, hacen las cosas bien o se dedican a hacer ‘fulbito’ para la tribuna mientras que le arruinan la vida a los argentinos, como han hecho en los últimos 40 años», reforzó su postura intransigente sobre el déficit.
Milei expuso que si el DNU de desregulación económica y la ley ómnibus «estuvieran puestas en marcha», Argentina «subiría 90 puestos en el ranking de libertad económica» y «estaría en condiciones de entrar en un sendero para que, en un lapso de tiempo razonable, se parezca a países como Francia y Alemania».
«Nosotros estamos satisfechos con los logros que hemos alcanzado en este mes. Primero porque recibimos un país al borde de un estallido. La inflación venía viajando a un ritmo de un 1 por ciento diario en la primera semana de diciembre, después aceleró a 1,2. Eso significaba que íbamos a terminar el mes en torno al 45 por ciento. Que se haya cerrado el mes en torno al 25 por ciento es un logro verdaderamente enorme», afirmó en sintonía con sus pronunciamientos previos, en los que había dicho que cualquier cifra por debajo del 30 por ciento era «un numerazo».
Para el mandatario, «eso es consecuencia de un plan de estabilización híper ortodoxo que se implementó. Donde se planteó un fuerte ajuste fiscal para que no haya más necesidad de emisión para financiar al fisco, un proceso de saneamiento del Banco Central que está en curso, y un sinceramiento en el mercado de cambios. Y eso permitió acomodar expectativas».
Además, afirmó que en el plano macroeconómico «se ha logrado, por lo menos, poner un freno a esa dinámica explosiva». En ese contexto, advirtió que «aún queda mucho reacomodamiento de precios relativos, por lo tanto vamos a seguir padeciendo alta inflación por unos meses. Pero si nos mantenemos en esta senda de la austeridad, del emprolijamiento, y del saneamiento del Banco Central, sin lugar a dudas vamos a lograr abatir la inflación».
El mandatario insistió en su pedido al Congreso de que sancione la ley ómnibus. Aseguró que «el déficit cero no es negociable» y que, si no se avanza en esa norma, y en un contexto más adverso, «el ajuste que habrá que hacer será mayor».
Sin embargo, reconoció que el camino que habrá que transitar en lo inmediato no es el más sencillo, ni el más confortable.
«Cuanto mayores dilaciones y tonterías se hagan desde la política, el mercado te pasa la factura», dijo, y añadió que el Gobierno «entiende» que «el origen de todos los males es el Estado y los políticos generando déficit fiscal».
El referente libertario volvió a cargar contra la izquierda al lamentar que en la Argentina haya «izquierdosos que lo único que quieren es generar inflación, quieren el Banco Central para generar inflación y es un oxímoron» porque, subrayó, «dicen que defienden a los pobres y quieren un instrumento que los multiplica».
Planteó además que en la discusión política «tenemos gente que está tratando de encontrar la cuadratura del círculo, el esqueleto obeso, la meretriz virgen y el helado caliente», cuando «todas esas cosas no existen y tenemos que estar perdiendo tiempo explicando que no existen».
Tras afirmar que los subsidios a la energía y al transporte serán eliminados por completo en un plazo de tres años, y que no se puede estimar cuál serán los valores que estarán vigentes cuando haya «tarifa plena», el Presidente también esbozó una comparación entre él y el ex presidente Mauricio Macri.
«Yo fui por la solución de shock cuando el presidente Macri fue por el gradualismo», resumió, explicando que a la política de ahorro y ajuste que llevó adelante el Gobierno de Cambiemos entre 2015 y 2019 le faltó la contrapartida de inversión.
«Cuando se implementa una política gradual, el inversor espera. Fue una pena porque hubo un gran consenso y un gran apoyo en términos de fondeo internacional, y si se hubiera hecho el ajuste de shock, hubiera claramente revertido la historia y hubiera hecho un gobierno excelente», dijo.
«Pero se optó por la solución gradualista, se escuchó a muchas sirenas ‘rojas’ -no precisamente por el color de las sirenas-, y así el presidente Macri malogró su Gobierno», concluyó.
Milei cruzó a Quintela: «Si gasta plata en Lali Espósito, no es problema nuestro»
Milei, salió ayer al cruce de las declaraciones del gobernador de La Rioja, Ricardo Quintela, quien anunció que envió un proyecto de ley para emitir una moneda propia. El mandatario nacional entiende que «está bien que lo hagan, si quieren» pero «va a tener inflación en las cuasi monedas, no en pesos».
«La verdad es que el Gobernador recibe lo que tiene que recibir. Nosotros no nos quedamos con el dinero de nadie. Por lo tanto, si tiene un problema en cómo asigna los recursos, es decir, si gasta plata contratando a Lali Espósito y después no le paga a los policías, no es un problema nuestro», aseguró el Jefe de Estado en comunicación con Radio Mitre.
En ese sentido, agregó: «Está bien que lo hagan si quieren. El propio mercado va a determinar qué valor le asigna a sus respectivos gobernadores cuando quieran aceptar o no los billetes que ellos emiten. Va a tener inflación en las cuasi monedas, pero no en pesos».
«Si la gente usa la cuasi moneda para ir al súper, por ejemplo. Aquellos que reciban los pagos en las cuasi monedas de gobernadores irresponsables, claramente van a ver una pérdida de sus ingresos», aclaró el economista libertario.
Cabe mencionar que en las últimas horas, Quintela -en declaraciones a Radio 10- explicó que esa divisa funcionaría como lo hacía en el pasado, con una parte en efectivo y otra en bono. «Esos bonos los recibe la provincia para el pago de servicios, impuestos y casas. También los reciben los intendentes. El banco los cambia en 48 horas», sostuvo Quintela.
Sobre este tema, el Presidente de la Nación intentó ser más claro en la respuesta y revelar el alcance que tendría para los ciudadanos la medida. «Es decir, lo que no les saca vía ajuste presupuestario se los va a sacar vía inflación en la cuasi moneda. Entonces la gente se va a dar cuenta cómo están siendo estafados por los distintos gobernadores que apliquen ese tipo de medidas».
«Yo podría hacer que la factura de luz fuera cero. Pero no cuesta cero. Hay un costo, alguien lo tiene que pagar. Entonces lo vas a pagar con impuesto. Si no se quiere pagar impuesto, entonces se paga con emisión monetaria. O sea que genera inflación. Es decir, que en el fondo lo pagás, pero lo pagás con el impuesto inflacionario», explicó Milei.
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