En las provincias de Corrientes y Misiones el sector forestal no se limita sólo a las plantaciones de pino o eucalipto, también trabaja en la protección de áreas de gran importancia ecológica conocidas como Áreas de Alto Valor de Conservación (Aavc) que son fundamentales para la preservación de la biodiversidad y el patrimonio cultural.
Estas zonas destacan por su importancia ecológica, biológica o cultural, ya que albergan especies raras o en peligro de extinción, y también por su relevancia cultural para las comunidades locales.
En colaboración con expertos de empresas forestales, se identificaron algunas áreas clave en ambas provincias mesopotámicas, cuyo objetivo es proteger los ecosistemas y garantizar su conservación a largo plazo, las que se describen a continuación:
- Bosques de Urunday, San Andrés, Misiones.
En Fachinal, Misiones, el predio San Andrés cuenta con 640 hectáreas de bosques de alto valor que limitan con el Parque Provincial Fachinal. Esta región, catalogada como un Área Importante para la Conservación de Aves (Aicas), protege Bosques de Urunday, el cactus endémico Frailea pumila y la fauna asociada a estos ambientes. Además, juega un papel clave en la conservación de aves y la biodiversidad local.
- Rincón del Ombú, Ituzaingó, Corrientes.
A orillas del río Paraná, en Ituzaingó, se encuentran 62 hectáreas de bosques nativos conocidos como «bosques de Ararí». En esta zona, habita el árbol endémico Ararí, junto con especies de orquídeas amenazadas, como la Cohniella jonesiana, y aves en peligro de extinción, como el carpintero garganta negra. Este espacio es esencial para la preservación de la flora y fauna únicas de la región.
- Pastizales de Aurora Celeste, Ituzaingó, Corrientes.
Con 1.765 hectáreas de pastizales naturales y bosques nativos, los pastizales de Aurora Celeste son un refugio crucial para especies en peligro como el yetapá de collar, el tordo amarillo y el ciervo de los pantanos. Esta área contribuye a la estabilidad de estos ecosistemas, protegiendo la biodiversidad y promoviendo su conservación.
- Palmar de Timbauva, Gobernador Virasoro, Corrientes.
Este espacio de 1.756 hectáreas en Virasoro alberga pastizales, bosques nativos y una población endémica de la palmera Butia misionera. Además, se ha descubierto una nueva especie de hierba del género Sida. El área también resguarda especies como el tachurí coludo y el aguará guazú. La Capilla Jesuítica de San Alonso, del siglo XVIII, añade un valor cultural e histórico a la región.
- Península, Santo Tomé, Corrientes.
En Santo Tomé, a orillas del río Uruguay, se conservan 2.687 hectáreas de bosques ribereños, hábitat de especies en peligro como el urunday, el guatambú y el ocelote. Esta zona juega un papel importante en la conservación de la biodiversidad y en la protección de los ecosistemas ribereños que sustentan la vida silvestre local.
- Pastizales de San Javier y Aguapey, Santo Tomé y Alvear, Corrientes.
Las 2.398 hectáreas de pastizales de San Javier y las 578 hectáreas de Aguapey son hábitats críticos cercanos al sistema de esteros del Iberá. Estas áreas son refugio para especies como el venado de las pampas, la monjita dominicana y el tordo amarillo, todas en peligro de extinción. La proximidad a los esteros refuerza la importancia de estos pastizales en la conservación del ecosistema de la región.
IMPORTANCIA
DE LAS ÁREAS
Esas Zonas de Alto Valor de Conservación no sólo protegen especies amenazadas, sino que son esenciales para la estabilidad ambiental y el equilibrio ecológico en Corrientes y Misiones. Conservar estos territorios significa preservar fuentes de biodiversidad, proteger cuencas hídricas y asegurar que el patrimonio natural y cultural de la región perdure para las futuras generaciones, como se indicó.
El manejo sostenible de estas áreas no sólo beneficia al medio ambiente, sino que también promueve un desarrollo económico responsable, permitiendo que la producción forestal y la conservación coexistan en armonía. Proteger estos espacios garantiza que la rica biodiversidad y el valor cultural de la región continúen siendo un pilar de su identidad.
Estas zonas son una muestra de la riqueza natural de Corrientes, y su preservación es clave para enfrentar los desafíos ecológicos y asegurar un futuro sostenible.
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