Roman Oleksiv tiene 10 años y el cuerpo lleno de cicatrices. En julio de 2022, un misil de crucero ruso alcanzó su ciudad, Vinnystsia, y mató a 28 personas, entre ellas, su madre.
Él quedó gravemente herido, con un brazo roto, metralla en la cabeza y quemaduras en más del 45 % de su cuerpo. Después de que los médicos de Leópolis lo estabilizaran, fue enviado a una unidad especializada en quemados en Dresde (Alemania), donde pasó casi un año. Allí ha sido operado más de 33 veces.
Tras las cirugías para eliminar el tejido dañado por las quemaduras y recibir injertos de piel, poco a poco ha logrado recuperar funciones afectadas, demostrando una voluntad inquebrantable.
Las cicatrices ya no son para él una marca del dolor que le provocaron las heridas, sino un símbolo de fortaleza que muestra con orgullo.
Su camino de resiliencia lo ha llevado hasta el Vaticano donde ha recibido el abrazo y el cariño del Papa Francisco hasta en tres ocasiones.
La primera vez fue el 6 de diciembre de 2023, cuando le entregó una carta al Pontífice antes de lanzarse a sus brazos. En aquel momento, debido a las quemaduras llevaba un traje protector, guantes y mascarilla que no dejaban a la vista su piel.
El 25 de mayo de 2024, volvieron a encontrarse durante la Jornada Mundial del Niño.
Este lunes 3 de febrero, Roman volvió al Vaticano, acompañado por representantes de la Alliance Unbroken Kids, una iniciativa nacida en el marco de la Cumbre Internacional sobre los Derechos de los Menores que busca brindar apoyo material y psicológico a niños afectados por la guerra.
La alianza está conformada por la Confederación Nacional de Misericordia de Italia, la Fundación Unbroken y la Fundación 5P Europe. Todas ellas comprometidas con la asistencia a víctimas de conflictos.
En la reunión con el Papa Francisco, los representantes presentaron un vídeo sobre sus proyectos y le entregaron algunos libros y dibujos. Esta vez, Roman tenía el rostro descubierto y las manos libres de guantes, para compartir otro emotivo momento con el Santo Padre.
El Pontífice volvió a abrazarle con ternura y le agradeció su testimonio de esperanza.
Hasta ahí la información publicada el martes pasado, 4 de febrero, por la Agencia Católica de Informaciones (ACI) Prensa, con sede en Lima, Perú, que forma parte de las agencias de noticias del Grupo ACI, uno de los más grandes generadores de contenido noticioso católico en siete idiomas y que pertenece desde junio de 2014 a la familia de Ewtn Global Catholic Network, la cadena católica televisiva más grande del mundo.
En cuanto a «la guerra entre Rusia y Ucrania», como mencionan medios de comunicación, a fuerza de verdad debería decirse «la guerra de la invasión del presidente de Rusia, Vladimir Putin, a Ucrania», un país que es independiente y soberano por decisión de sus ciudadanos, mientras el líder de los rusos termina de aseguras que la guerra contra Ucrania no habría sucedido si Donald Trump hubiese sido Presidente de Estados Unidos en ese momento, por lo que consideró entonces, el 24 de febrero de 2022, mandar a bombardear al vecino pueblo, matar y desplazar a miles de ucranianos.
Eduardo Hernández,
comunicador social,
Jefe Sección Interior del
diario EL LIBERTADOR.
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