Convocada por el Papa Francisco, el domingo se celebró la primera Jornada Mundial de los Abuelos y los Mayores, quien estableció se celebre cada año el domingo más cercano a la festividad de Santa Ana y San Joaquín, los padres de la Virgen María y abuelos de Jesucristo, acontecimiento que tuvo su celebración en Goya.
Aquí se ofició la misa en la iglesia Catedral que presidió el vicario general diocesano, el padre Juan Carlos López y se hizo lo propio en todas las parroquias y capillas de la Diócesis; en tanto, el obispo, monseñor Adolfo Ramón Canecín presidió la celebración eucarística en la parroquia Santa Catalina de la ciudad de Esquina, acompañado por el párroco, Juan José Godoy. También en varias parroquias realizaron gestos y otras celebraciones por la jornada.
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El padre Juan Carlos López, inspirado en el pasaje del Evangelio de San Juan que narra la multiplicación de los panes que efectuó Jesús impulsado por la compasión hacia la multitud que lo seguía, destacó el «milagro del compartir», por el cual Jesús hace de lo «pequeño algo grande» porque «nosotros somos los pequeños y El hace lo grande».
En este tiempo pre eleccionario, hizo un llamado a «tener en cuenta a los abuelos y a las personas mayores» y parafraseando al Papa remarcó que el valor de la sociedad está en su modo de tratar a niños y a adultos mayores.
En ese sentido, animó «a preguntarnos sobre nuestra mirada hacia los mayores; porque en esta pandemia nuestros abuelos tienen algo para decir», tras lo cual sostuvo que al haber pasado y vivido tantas situaciones el interrogante debe ser «cómo salimos», si «mejores o peores», porque «hemos aprendido de esas situaciones, de dolor y de realidades diferentes», de allí que alentó a «emprender algo nuevo».
«El Evangelio nos exhorta a compartir lo que somos y lo que tenemos, ese es el único modo en que podemos ser saciados», sentenció desde el texto sagrado.
EL TRATO A
JUBILADOS
Finalmente, el clérigo dijo: «Frente a las decisiones políticas, tener en cuenta estas realidades; a muchos jubilados se les va todo en remedios o no siempre se los cubre» e hizo referencia también a las «tardanzas» que padecen en los turnos para atenciones médicas u otras asistencias.
Insistió, como lo hace la inmensa mayoría de los argentinos, en que la inflación «va galopando más rápido que el poder adquisitivo de los abuelos».
El Vicario General de la Diócesis concluyó con un llamado a «incorporarlos a los afectos y escuchar» a los abuelos y calificó a esa Jornada Mundial como un «desafío» para los cristianos para «aprender y crecer».
«Que en la celebración de San Joaquín y de Santa Ana, los padres de la Virgen María, «sepamos sintonizar con estas preocupaciones del Papa Francisco, incorporando esta riqueza de la Iglesia al cuerpo social» y pidió a Dios la «creatividad y el discernimiento» para estos tiempos.