El escrutinio avanzó rápido y la diferencia fue finalmente más amplia de lo que se preveía. Minutos después de las 7 de la tarde, cuando el conteo avanzaba con un 68% de los votos, una diferencia de 10 puntos porcentuales a favor de Gabriel Boric no dejaba ya dudas: el joven líder de izquierda será el próximo presidente de Chile.
Su rival de derecha, José Antonio Kast, salió enseguida a reconocerlo.
Después de una jornada electoral crucial, en la que se esperaba un conteo voto a voto, los dos candidatos a este balotaje esperaban desde Santiago los resultados, Boric en un hotel del centro de la capital y Kast en su comando de la zona de Las Condes, cada uno con su equipo y con grandes expectativas.
Con el 83% de los votos escrutados, poco después de las 19.30, Boric obtenía ya un 55,52% de los votos, contra el 44,48% de Kast. Una diferencia ya imposible de revertir.
Poco antes de las 8 de la noche, cuando el sol todavía no se apagaba en Santiago de Chile, los seguidores de Boric, líder de la alianza Apruebo Dignidad, que une a su Frente Amplio y al Partido Comunista, salieron a las calles a celebrar.
Se oían bocinas y en el centro de la ciudad llegaban manifestantes con banderas.
A punto de cumplir 36 años, Gabriel Boric será el presidente más joven de la historia de Chile cuando asuma el poder el 11 de marzo de 2022, al reemplazar a Sebastián Piñera, que termina su mandato de cuatro años.
Llamado de Sebastián Piñera
Antes de las 20, el presidente Piñera se comunicó con Boric vía Zoom, en una conversación que se emitió en vivo por TV. Con cordialidad, el mandatario saliente felicitó a su sucesor y lo invitó a una reunión de trabajo este mismo lunes.
Boric aseguró allí que será «el presidente de todos los chilenos», en un claro llamado al diálogo a todos los sectores políticos, tras una campaña profundamente agresiva y que mostró una profunda división en la sociedad chilena.
En marzo también asumirá el nuevo Parlamento, que quedó conformado en la primera vuelta electoral, el 21 de noviembre.
El futuro presidente no tendrá mayoría propia en ninguna de las dos cámaras del Congreso. Es que esta es la primera vez en 30 años de democracia que no gobernará ninguna de las dos alianzas, una de centroderecha y otra de centroizquierda, que se alternaron en el poder tras la caída del régimen de Augusto Pinochet.
El Senado, de 50 bancas, quedó dividido entre las fuerzas tradicionales de centroizquierda y de centroderecha prácticamente en iguales.
La cámara de Diputados también estará dividida prácticamente en partes iguales entre la centroderecha y la socialdemocracia, además de algunos bloques minoritarios de derecha, de izquierda o independientes.
Así, el futuro mandatario deberá negociar con otras fuerzas políticas para poder llevar adelante grandes reformas que necesiten el aval del Congreso.
Final para un duelo cabeza a cabeza
Los dos candidatos votaron exactamente a la misma hora, minutos después de las 9.30 de la mañana. Kast, en un colegio de la localidad rural de Paine, donde vive, en las afueras de Santiago. Boric en su ciudad natal, Punta Arenas, en el extremo sur del país. Tenía previsto volar a la capital a la tarde para esperar los resultados.
“Esta va a ser una elección estrecha y nosotros lo que hemos planteado es que frente a una elección estrecha, tenemos que esperar los resultados”, señaló Kast luego de dejar su papeleta en la urna.
“Si ese resultado es muy estrecho, claramente los apoderados (de cada candidato en las mesas electorales) tienen un rol y esto se podría llegar a definir en los Consejos Electorales» que analizan la votación después, agregó el candidato que quedó primero en la elección del 21 de noviembre, con el 27,9% de los votos.
El abogado y ex diputado, líder del conservador Partido Republicano, desató polémica hace unos días al plantear que si el resultado fuera muy ajustado, como marcaban algunas encuestas, la elección podría definirse en los tribunales.
Desde el sur, Boric, un el líder estudiantil que ahora encabeza una alianza que incluye al Frente Amplio y al Partido Comunista, y que en la primera vuelta quedó apenas unos pasos por detrás de Kast, con 25,8% de los votos, aseguró por su parte que reconocerá el resultado sea el que sea.
Luego de votar, en diálogo con medios locales, el diputado que apunta a convertirse en el presidente más joven de la historia del país insistió en su llamado a votar -en este país no es obligatorio, y en la primera vuelta votó apenas el 47% del padrón- y reiteró su lema de campaña, “que la esperanza le gane al miedo”.
Concluye así una encarnizada pelea electoral, que se caracterizó por los ataques verbales entre los candidatos, descalificaciones y acusaciones, y pocas propuestas programáticas. Para distintos analistas con los que conversó Clarín en estos días en Chile, esta fue una campaña basada en el miedo, en la división.
De un lado, se agitó el miedo a un supuesto gobierno de extrema izquierda, cercano a los regímenes de Venezuela o de Nicaragua, de la mano del Partido Comunista, parte de la alianza de Boric.
Del otro, el temor a una derecha represiva, que atente contra los derechos humanos y de las minorías como la comunidad LGBT, por las posturas profundamente católicas y conservadoras de Kast, opuesto al aborto y al matrimonio homosexual, además de haber defendido la dictadura de Augusto Pinochet.
Fuente: Clarín