Ubicada al Noroeste de la provincia de Corrientes, a 55 kilómetros al Sur de la Capital provincial, la localidad de Empedrado se eleva enmarcada por su flora y fauna entre lo que se destacan sus barrancas, paredes de tierra que sobresalen de las aguas que le otorgan singularidad y belleza natural a esta magnífica ciudad.
Este rincón del Paraná es reconocido por las bondades que las aguas brindan a su paso por las costas de la ciudad.
Famoso por ser un gran centro pesquero y generador de maravillosos paisajes, Empedrado es un destino imperdible para aquellos amantes de la tranquilidad. Este destino ofrece calles serenas, diferentes servicios al turista y una variedad de propuestas de actividades al aire libre acompañada de naturaleza a su alrededor.
HISTORIA
En las proximidades al lugar donde actualmente se encuentra emplazada la ciudad de Empedrado, a principios del siglo XVII los españoles fundaron el fortín de Santiago Sánchez, que dio origen al llamado Pueblo Viejo. Sin embargo, las incursiones de los pueblos mocovíes y tobas procedentes del Gran Chaco destruyeron esta primera población a fines del siglo XVIII, solamente restó un oratorio o capilla en donde se veneraba al Señor Hallado que aún existe y es el patrono de esta localidad. En torno a la capilla resurgió la población, cuya fecha fundacional se considera en el año 1806.
A finales del siglo XIX, Empedrado comenzó a ser concurrida a sus atractivos paisajes y balnearios por la denominada élite correntina e incluso por los porteños que viajaban a «vapor» por el río Paraná.
Es así que Empedrado, a partir de su reconocimiento como pueblo, inicia un nuevo proceso de desarrollo y despegue. Con su organización política institucional, social, cultural y económica que lo incorpora al concierto de los pueblos más importantes de la provincia.
Por su parte, Manuel Florencio Mantilla documenta la fundación de Empedrado de la siguiente manera: «Existía una forma de ranchería alrededor de la capilla, que los vecinos consagraron al Señor Hallado».
Asimismo, Empedrado conserva el estilo arquitectónico de lejanas épocas. Sus altas barrancas le han concedido justa popularidad.
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