Por medio de los bosques, la captura de bonos de carbono es una práctica cada vez más adoptada en todo el mundo.
Los árboles a través del proceso de fotosíntesis, tienen la capacidad de fijar el dióxido de carbono (CO2) de la atmósfera.
Los bonos de carbono son instrumentos financieros que representan una tonelada de ese CO2 que fue retirado de la atmósfera y almacenado en el tronco de un árbol.
«Para las empresas forestales, la emisión de bonos de carbono representan una estrategia de sostenibilidad del negocio en el largo plazo», indicaron desde la Asociación Forestal Argentina (AFoA) Corrientes, según informó Argentina Forestal.
«Son varias las empresas en Corrientes que han implementado proyectos innovadores para reducir su huella de carbono y, al mismo tiempo, generar bonos», destacaron.
PROYECTOS
Estos proyectos incluyen la plantación de bosques, el uso de energías renovables, la eficiencia energética y la implementación de prácticas agrícolas sostenibles.
Al participar en estos proyectos, las empresas no sólo contribuyen a la lucha contra el cambio climático, sino que también pueden beneficiarse económicamente mediante la venta de los bonos de carbono en los mercados internacionales.
El ingeniero Pablo Ivaciuta indicó que «las forestaciones en la Argentina están viviendo un boom».
Trabaja en GMF (Grupo de Manejo Forestal) Latinoamericana SA, una compañía forestal pionera en el mercado de bonos, y socia de la AFoA regional Corrientes.
«Muchas empresas que emiten CO2 a la atmósfera por sus procesos productivos, buscan contrarrestar ese efecto con soluciones basadas en la naturaleza, una de esas posibilidades son las plantaciones forestales; en el mercado local hay muchas opciones», explicó.
La industria farmacéutica, aceite y gas, el agro, la metalúrgica, la aviación y el transporte son algunos de los sectores que están buscando proyectos viables en la provincia para desarrollarlos.
DESAFÍOS
Las empresas en Corrientes también enfrentan desafíos en la emisión de bonos de carbono. Los costos iniciales de captura de carbono a menudo son altos y requieren una inversión considerable.
Además, existe la necesidad de normativas claras y políticas gubernamentales favorables que incentiven a las empresas a adoptar prácticas más sostenibles.
OPORTUNIDADES
Sin embargo, a medida que la conciencia sobre el cambio climático aumenta y la demanda de bonos de carbono crece en los mercados internacionales, las empresas en Corrientes tienen una oportunidad única para liderar en este espacio.
«Aunque hoy el precio del carbono está bajo, se estima que en 2030 se iría a 50 dólares la tonelada (tn) y después, a 80 dólares/tn. Pero hay empresas argentinas que internamente consideran su precio de carbono a más de 100 dólares/tn», dice Ivaciuta, quien afirma que para las empresas tiene mucho sentido hacer este tipo de proyectos hoy en el mercado local.
«Cada vez que encendemos el auto o una luz sin pensar, cada vez que generamos residuos, estamos generando también CO2. Las emisiones de carbono son un resultado de nuestras acciones descuidadas, pero aún hay esperanza. Los árboles juegan y jugarán un papel estratégico en ese sentido», concluyó.
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