Boca Unidos volvió a perder. Y su situación en lugar de mejorar, empeora.
El elenco correntino ocupa el anteúltimo lugar en las posiciones. El panorama para los siete encuentros que tiene por delante en esta segunda rueda es preocupante. La actualidad muestra que no puede conseguir triunfos en condición de local (de los compromisos jugados en el Leoncio Benítez sólo se consiguió una sola victoria, 1 a 0 a Juventud Antoniana de Salta) y menos aún saliendo fuera de Corrientes.
La racha negativa en condición de visitante es algo que no es nuevo, porque en la temporada anterior con Raúl Estévez en la conducción técnica sólo sumó triunfos ante Sarmiento de Resistencia y Crucero del Norte. Es de destacar también que, en la edición anterior del Federal A se jugaba a cuatro ruedas en cuanto al formato de disputa en la fase clasificatoria o de grupos. Ahora son solamente dos ruedas y el domingo en ocasión de la derrota ante Sarmiento de La Banda (Santiago del Estero) comenzó a jugarse la rueda de revanchas.
Haciendo un análisis de está última presentación queda en el haber que Boca Unidos demostró estar a la altura para jugar al fútbol e intentar generar espacios para lastimar al rival, el equipo no es tan vertical como pretendía el «Pipa» Estévez hasta hace poco. Pero eso que se puede resaltar como positivo choca con la falta de un jugador que pueda finalizar lo que se crea en materia ofensiva, adolece de un futbolista que tenga la «mecha encendida» para usufructuar lo que se genera. El último goleador fue Agustín Lavezzi, después de su salida no hubo un jugador que pudiera hacer olvidar los goles convertidos por el primo del «Pocho».
Otro dato preocupante es que Boca Unidos perdió el juego en una pelota parada. La única situación de riesgo que supo crear el elenco santiagueño, le permitió llevarse un premio excesivo de la Capital correntina.
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