La postura del Gobernador dejó pedaleando en el aire a los presidenciables anotados para las Paso. Es que nunca se subió a ninguna precandidatura. Así, el nuevo panorama tiene a Horacio Rodríguez Larreta, Patricia Bullrich y a Gerardo Morales (podría sumarse Facundo Manes) en una carrera alocada para encontrar quién los acompañe en la boleta de agosto como precandidato a vicepresidente.
Cada uno realiza la búsqueda según su impronta. La ex Ministra de Seguridad de la Nación hace lo suyo apuntando a un perfil económico, anticipando cuál será su prioridad de gestión. El Jefe de Gobierno porteño es el más afín a una fórmula mixta, coqueteando con todos quienes puedan sumar para vencer a su archirrival partidario. Hasta se animó a intentar con Juan Schiaretti.
En este derrotero de Larreta ingresó el Gobernador de Jujuy. También permeable a la idea de un tándem híbrido, comenzó a confrontar con la intransigente «Pato», lo que lo acercó más a su par de la Capital Federal, con quien podría asomar un acuerdo.
En medio de todo esto se instala Corrientes. La dirigencia de ECO se ubicó en un rol de participante neutral, pero poderoso a escala mediática. Se saben importantes dentro de Juntos por el Cambio, con las performances electorales a cuesta. La del domingo 11 colaboró para agrandar el peso específico de los radicales que integran la mesa chica de la oposición nacional.
En el Gobierno provincial hacen un juego polivalente, con mensaje de aliento para la unidad aliancista, pero sin jugarse plenamente por ninguno de los precandidatos. Sí, a cada uno de ellos, le hacen saber las pretensiones correntinas en caso de asumir el 10 de diciembre al frente de Nación.
No fue un hecho oculto, lo hizo el propio Valdés en la semana en la que lo visitaron los tres -por ahora- anotados para las Primarias.
En este contexto, la posición radical difiere con la del PRO vernáculo. Cada uno muestra una actualidad tensa, pero diferente, con problemas internos de distinta índole que posiblemente se resuelvan una vez que se defina quiénes serán las puntas de lanzas de la oposición para las urnas en octubre.
«Pato» economista
En las últimas jornadas, la prensa puso el foco en las distintas conversaciones encaradas por Patricia Bullrich, haciendo hincapié en los rechazos que habría obtenido la titular del PRO de parte de referentes economistas como Carlos Melconian. Es que «Pato» pretende mostrar en su boleta un perfil tendiente a asegurar que su gestión se centrará en solucionar los problemas latentes de la economía.
En este derrotero, asomó también Ricardo López Murphy, un liberal entusiasmado con la posibilidad. Aunque en las filas de la ex Ministra de Seguridad de Macri recomiendan pensar en un radical, para no fomentar el quiebre hacia octubre. De esta manera, se puso en carpeta el nombre de Maximiliano Abad, titular de la UCR bonaerense, allegado a los Cornejo.
Conviene recordar que la iniciativa primigenia era sí que fuera radical y surgiera del Grupo Malbec, piloteado por Alfredo Cornejo, pero el Senador nacional mendocino quiere volver a conducir su provincia. Es quien siempre estuvo acompañando a Bullrich, por lo que sólo le quedó recomendar a Abad.
En Corrientes, la orgánica del PRO cerró filas con «Pato», así que tantean el terreno que quedará conforme el radicalismo correntino se vaya acomodando al escenario nacional que resulte de las Primarias. Las tensiones están, y todo depende de quién de los «amarillos» resulte vencedor, ya que, si llegara a ser Larreta, la dirigencia correntina se las verá en figurillas para obtener espacios en el armado del Jefe de Gobierno porteño (ver nota aparte).
Afín a la mixtura
El caso del titular de Caba es el que más polémica generó dentro de Juntos por el Cambio. Es que, en su afán de establecer un tándem mixto, que incluya para no quebrar la alianza, hubo una idea que implosionó. Fue la de añadir al gobernador cordobés, Juan Schiaretti. Ello derivó en un rechazo casi unánime de los demás sectores de la alianza.
Lo cierto fue que el mandatario de la provincia mediterránea lanzó su propio espacio para las Paso. Pero los «larretistas» estarán igual observando su performance para ir por un último intento.
Así, a Rodríguez Larreta no le habría desagradado la posibilidad de plasmar una boleta acompañado de Gerardo Morales, mostrando la mixtura reclamada por todos los de JxC, apoyada también por Gustavo Valdés. Uno de Propuesta Republicana y uno de la Unión Cívica Radical.
INCÓMODO
En este marco, el PRO correntino transita alejado del mandatario porteño, más incluso luego de blanquear su afinidad con Bullrich. Por ello, es oportuno recordar la última visita del titular de la Ciudad Autónoma no habría sido tan grata como esperaba.
Valdés lo recibió junto a Flinta y otros de la UCR. Horacio estuvo con Eduardo Machiavelli y Francisco Quintana, de su equipo de campaña. Además, estuvo la candidata a diputada electa Lorena Lazaroff y Damián Garavano, presidente del PRO local.
La «concurrida» charla fue en el despacho del Gobernador y pudo participar brevemente de un contacto con la prensa. Pero la verdadera razón por la que se fue rápidamente habría sido una crítica al referente provincial del partido, por la estrategia aplicada hace dos años en Paso de los Libres, cuando Garavano jugó fuerte en perjuicio de una maniobra de «Peteco» Vischi, que derivó en la derrota radical en el Municipio fronterizo. «Gracias a tu Presidente de partido perdimos hace dos años la Intendencia de Paso de los Libres y ahora mirá los números de Libres, ganamos y él sólo aportó 400 votos», lanzó Larreta generando un momento incómodo. Acción siguiente, observó hacia sus costados para decir que se tenía que ir a San Luis, por lo que tampoco Valdés le ofreció compartir el escenario del triunfo.
De esta manera, como se dijo antes, cualquier triunfo del Jefe de Gobierno porteño representará un camino cuesta arriba para la dirigencia del PRO vernácula. Así que lo que suceda en agosto será clave para la orgánica «amarilla».
Con varios frentes
Gerardo Morales es la única carta fuerte que presentó la UCR en esta carrera hacia agosto. Sin embargo, su agenda como mandatario y su postura lapidaria contra Bullrich habría colaborado a mermar su capacidad de maniobra.
Hace horas, avanzó con la reforma de la Constitución jujeña, provocando movilizaciones en distintos puntos de la provincia. A la vez, protagonizó varios cruces con la titular del PRO, a quien calificó de «alterada» y le pidió que «bajara un cambio». En este contexto, además, Morales se mostró permeable a secundar a Rodríguez Larreta, debilitándolo como punta de lanza para una boleta principal.
Ante este panorama, la UCR correntina evita un discurso sólido. Ensayan intenciones de unidad aliancista, priorizando el lugar «que se merece el radicalismo» en Juntos por el Cambio, pero tampoco reniegan sobre la posibilidad de que el PRO vaya al frente de la fórmula presidencial.
Una tesitura conveniente, polivalente y necesaria para evitar quedar -otra vez- como actores de reparto. Algo ocurrido con Macri y que, luego de la instalación de Valdés en la órbita nacional, buscarán evitar.
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