Por Noelia Irene Barrios
EL LIBERTADOR
Desde que el séptimo arte llegó a Corrientes durante los primeros años del 1900, la gente cayó rendida a la magia de las imágenes en movimiento. Las primeras funciones se dieron en tímidos cafés que pronto se volvieron furor en la época y también, en la antigua terraza del Teatro Vera. Pero con el correr de los años y viendo en las películas una oportunidad de negocio, hubo visionarios que no dudaron en invertir su dinero en la construcción de espacios destinados sólo a la proyección de los films. Así nacieron en la ciudad los grandes cines que tuvieron su esplendor y también su ocaso en la historia local.
En el tomo tres de «La historia de Corrientes va a la escuela», libro del programa editorial entra la Universidad Nacional del Nordeste y la Fundación Aguas de Corrientes, recuerdan al que habría sido el primer cine de la ciudad. Se trató del Cine Park, «instalado a fines de 1914 en la esquina de la plaza Cabral. El lugar consistía en una terraza con servicio de bar en la que se brindaban espectáculos cinematográficos traídos del Teatro Ópera de Buenos Aires y un noticiario con imágenes de la guerra europea», explican, aunque no hay mayores detalles sobre su ubicación exacta.
Luego se menciona al recordado Cine La Perla, cuya emblemática construcción todavía se puede apreciar en la esquina de Mendoza y 9 de Julio. «En 1918, la familia Liotti inauguró ‘La Perla’, con un monumental edificio destinado a confitería y cine que inició su larga vida con una función a beneficio de la filial correntina de la Cruz Roja», relatan.
Para las décadas del ’40 y ’50, aparecieron tres grandes salas que perduraron por mucho tiempo. En primer lugar, el Cine Rex, ubicado por la calle Junín casi Catamarca, que ofrecía proyecciones de corrido, con varias salas. Para 1942, fue inaugurado el Colón, por 9 de Julio casi Mendoza, al lado de La Perla, y como continuación de esta que ya no daba abasto con su capacidad. Al igual que el Rex, contaba con varias salas en las que había variadas opciones desde películas familiares hasta los films para adultos de la trasnoche. Y, el tercer gran cine que apareció en esa época, fue el San Martín, un poco alejado del centro. Estaba ubicado sobre la avenida 3 de Abril en la esquina con Guastavino, pero eso no impidió que sus funciones estuvieran llenas durante mucho tiempo.
Un poco más adelante, para la década del ’60, apareció en escena el Cine Corrientes, que impactó a todos por una novedad muy bien recibida por el público: era el primero con sistema de refrigeración y eso lo convirtió en la opción más elegida para las cálidas noche de verano. El edificio estaba sobre la calle Córdoba, entre Junín e Yrigoyen y funcionaba como anexo a la confitería Panambí.
Las últimas dos grandes salas en la ciudad fueron el Cine Atlas y el Itatí, que antes fue el Ideal. El primero estaba en la inmediaciones de San Lorenzo y 9 de Julio. El segundo, frente a la plaza Libertad, por Yrigoyen.
Todas estas salas marcaron una época en la ciudad. Con el tiempo y la llegada de la televisión y todas las novedades tecnológicas, de a uno fueron cerrando sus grandes puertas. Los últimos fueron el Corrientes, en 1994 y el Colón, en 2007. Con ellos se fue la magia que supo maravillar a varias generaciones.
EL ÚLTIMO. El Colón, inaugurado en 1942, fue el que más sobrevivió hasta que cerró sus puertas en 2007. MÁS LEJOS. El San Martín, ubicado sobre 3 de Abril y Guastavino, era el único que no estaba en el centro. FUGAZ. Primero fue El Ideal y luego, Itatí, enfrente de la plaza Libertad fue uno de los que duró menos tiempo.